Provocación

EL CORREO 18/01/14
JOSÉ ANDRÉS TORRES MORA

Hace unos días, una amiga catalana, afincada en Madrid, me contaba que mientras pasaba las navidades en Barcelona se reunió con un periodista amigo suyo, y que el periodista le preguntó: «¿Qué te sientes, catalana o española?». Mi amiga respondió: «tan catalana como española» y seguidamente ella misma le preguntó al periodista: «¿Te parece una respuesta políticamente incorrecta?», a lo que el periodista le contestó: «Más aún, esta respuesta, hoy en Cataluña, es una provocación».

En el último barómetro de noviembre del Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat de Cataluña, se preguntaba a una muestra representativa de la sociedad catalana la misma pregunta que el periodista hizo a mi amiga. Uno de cada tres entrevistados contestó a la pregunta al igual que mi amiga: «Tan espanyol com català», eso es lo que los expertos llaman identidad dual. Que resultó ser, precisamente, la opinión más frecuente entre las cinco respuestas posibles que ofrecía la encuesta. Que la opinión más frecuente se perciba como una provocación es algo que se corresponde con la llamada espiral del silencio; que algunos han puesto en marcha, con notable éxito, en Cataluña.

Da la impresión de que a ciertas élites nacionalistas catalanas la diversidad de identidades nacionales y sentimientos de pertenencia de su sociedad les produce un escándalo similar al que la diversidad en España le produce a ciertas élites nacionalistas españolas. Y la solución que se les ocurre a ambas élites nacionalistas es la misma: negar esa diversidad. Ya se sabe lo que dice el Evangelio: «Si tu ojo derecho te escandaliza, arráncatelo y tíralo». Y ciertos nacionalistas, con independencia del color de su bandera, se llevan mal con la diversidad de identidades, así que no viven tranquilos hasta que no se arrancan, o te arrancan, una.

Pero como, a pesar de todo, las encuestas se empeñan en reflejar esa diversidad constitutiva de nuestras sociedades, algunos optan por el recurso de cambiar las encuestas, que siempre es más fácil que cambiar la realidad social. Eso es lo que proponían hace unas semana un grupo de profesionales en la página del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Cataluña. Según estos colegas, España es el nombre nacional equivocado y equívoco que se le da a Castilla, que a su entender es la verdadera nación, mientras que España, según ellos, es solo un término geográfico o político. Así que, su propuesta es cambiar la redacción de la pregunta. De modo que proponen que se pregunte «¿se siente usted más catalán o más castellano?» No me cabe duda de que así conseguirán hacer desaparecer la identidad dual, no sé si de la sociedad catalana, pero sí, desde luego, de las encuestas en Cataluña. Incluso si preguntan a los andaluces si «se sienten más bien andaluces o castellanos» se asombrarían del resultado que obtendrían en la encuesta y, consecuentemente, de que no haya un movimiento andaluz para independizarse de España, ¿o era de Castilla? Y para escribir ese artículo tuvieron que juntarse cuatro.