EL MUNDO – 17/06/17
· El Gobierno critica la «errática postura» del ‘president’ y le pide que no ponga «obstáculos».
· Carles Puigdemont aceptó ayer formalmente la invitación del Gobierno de acudir al Congreso a explicar su plan independentista. Pero lo hizo con condiciones, pues no quiere someterse a una votación entre los grupos tras el debate.
En una carta que envió a la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, afirmó que no le parece «razonable» que los diputados se pronuncien a favor y en contra. Moncloa respondió de inmediato que celebra su «rectificación» –que ahora acepta comparecer en el Congreso–, pero le pide que no ponga «obstáculos» a una votación.
La carta de Puigdemont a Ana Pastor llega después de que el president anunciara, la semana pasada, un referéndum de independencia unilateral para el 1 de octubre. Antes, hubo un tira y afloja de semanas entre el Gobierno y la Generalitat a cuenta de la voluntad del jefe del Ejecutivo catalán de explicar su propuesta en Madrid. El Govern pidió una sala en el Senado para que Puigdemont diera una conferencia, pero rechazó la propuesta de comparecer en la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara Alta. Finalmente, el president dio una charla en una sala alquilada por el Ayuntamiento de la capital.
En el texto de la carta, Puigdemont pide acudir al Congreso «lo antes posible» para explicar el anuncio de un referéndum de independencia en Cataluña. El Ejecutivo catalán ya había dicho que se negaba a comparecer antes de desvelar, como hizo el pasado viernes, la fecha y la pregunta de la votación. Finalmente, el president dijo que se preguntará a los ciudadanos si quieren «que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república», aunque aún no ha explicado cómo piensa esquivar la oposición frontal del Estado a esa consulta.
Después de que las «aspiraciones legítimas y mayoritarias», según Puigdemont, de llevar a cabo un referéndum hayan sido «siempre rechazadas, recortadas o incumplidas», el presidente catalán pide ahora comparecer en el Congreso en un formato diferente. «No parece razonable volver a formular propuestas que están destinadas a correr la misma suerte. Sin embargo, sí me parece importante que todos los diputados del Congreso puedan escuchar, en tanto que máximo responsable institucional de Cataluña, las razones por las cuales hemos llegado hasta aquí», dice la carta que envió ayer.
La Generalitat está decidida a que su plan independentista no calque el recorrido que tuvo el del ex lehendakari Juan José Ibarretxe, cuya propuesta se deshinchó después de pasar por el Congreso en 2005. Sin embargo, el president cree que «un debate» sobre la situación actual y sobre por qué el Govern «solicitó dialogar sobre la propuesta de referéndum con el Gobierno español» es «necesario y se ajusta a lo que los ciudadanos esperan de sus instituciones de representación».
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar y fue contundente. Mediante un comunicado, subrayó la «errática postura» de Puigdemont –aunque valoró que haya rectificado su «negativa inicial» a acudir a la Cámara– y lo instó a debatir «sin poner obstáculos a que el Congreso dé su opinión a través de una votación parlamentaria».
La Moncloa puso también de relieve que la petición llega después de que la Generalitat pusiera fecha y pregunta al referéndum, y exigió al president que «explique en el Parlamento la vía unilateral que ha escogido, así como el contenido de la llamada Ley de Transitoriedad en la que están trabajando, y todas y cada una de las decisiones que piensa adoptar si el Estado no se aviene a cumplir sus exigencias».
También recordó que las votaciones en el Congreso son «precisamente la forma en que los legítimos representantes de la soberanía nacional expresan su posición política sobre los asuntos que afectan al conjunto del pueblo español».
EL MUNDO – 17/06/17