Puigdemont se jacta de dar «miedo y más que daremos» al Estado

EL MUNDO – 02/07/17

· Los alcaldes soberanistas se comprometen a ceder locales públicos para el referéndum.

· A tres meses justos para que se cumpla el plazo anunciado por el Govern para celebrar el referéndum ilegal de autodeterminación el próximo 1 de octubre, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, usó el acto convocado por dos entidades municipalistas soberanistas para lanzar un mensaje al Gobierno.

«Hemos conseguido que se den cuenta de que vamos en serio, han pasado de reírse a la amenaza, que es la demostración más clara de que el Estado tiene miedo», remarcó Puigdemont, quien aseguró que el Estado «ha dejado de tenerlo todo controlado».

En este sentido, el presidente aseguró que, por mucho que dispongan de «todo el poder, como jueces y fiscales, diplomacia, lobbies económicos, a los que han perdonado 60.000 millones de euros, grupos de comunicación y hasta alcantarillas», existe «una cosa que no tienen ni tendrán», y añadió: «En Cataluña la gente no sale a defender lo que defiende el Estado». Por eso, Puigdemont destacó que los convocantes del referéndum «damos miedo y más que daremos».

En su discurso, remarcó que «no nos tienen a todos nosotros, por eso nos tienen miedo, de lo que podemos decir y decidir. Es la demostración de que el Estado tiene alergia a las urnas y un problema con la democracia». También recordó que el procés soberanista va «de abajo hacia arriba» en contraposición con la Transición española o la Constitución, y «eso es lo que les paraliza y hace salir la amenaza y el miedo».

Puigdemont se sintió como en casa en el acto de compromiso de la Asociación de Municipios Independentistas (AMI), entidad que presidió Puigdemont antes de hacerse cargo de la Generalitat, y la Asociación de Municipios y Comarcas de Cataluña (ACM). A los alcaldes y concejales presentes les pidió que trabajen para poder realizar la votación, tanto de los partidarios del sí como los del no, ya que «cuando van a pedir ayuda no miráis su ideología», algo que «sí hace el Estado cuando tiene ciudadanos de primera y de segunda en función de su respuesta».

Los ayuntamientos soberanistas

En este acto, las entidades municipalistas presentaron un manifiesto en el que expresan su compromiso a colaborar en todas las actuaciones que organice el Govern respecto al referéndum, como poner a su disposición locales públicos. De esta forma han avalado apoyar una votación que podría ser ilegal. Los ayuntamientos soberanistas expresan su «predisposición y compromiso a colaborar en todas aquellas actuaciones que desde el Govern se nos requiera y, por esto, en el momento en que se haga la convocatoria, pondremos a disposición de la organización del referéndum los locales habituales donde se celebran todas las jornadas electorales en nuestros municipios».

También indican que tienen «el compromiso cívico y democrático» de colaborar con la organización de un referéndum que sólo «está supeditado a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de Cataluña, expresada en el Parlament». Por eso no darán «marcha atrás por ninguna traba política, jurídica o de cualquier índole que pueda articular el Estado en contra de la celebración de este referéndum».

Unos 500 alcaldes acudieron a este acto a favor del referéndum organizado por la ACM y la AMI, que aglutina a 764 ayuntamientos catalanes de los 948 que existen, pero sólo representan el 43% de la población de Cataluña. El evento sirvió también al Govern para dar una imagen de unidad después de una semana marcada por el contratiempo de tener que paralizar la licitación de la adjudicación de las urnas, lo que ha levantado recelos en la CUP y entre los socios de Junts Pel Sí.

El Gobierno reaccionó a las palabras de Puigdemont y al acto asegurando que el Govern intenta utilizar a los Ayuntamientos para eludir sus propias responsabilidades. Desde Moncloa remarcaron que la convocatoria quedó muy lejos de las expectativas de sus organizadores. Además, desde el Ejecutivo se recordó que podrían denunciar a los consistorios que cedan locales públicos para el referéndum.

EL MUNDO – 02/07/17