EL CORREO – 28/09/14
· La Ertzaintza cree que los autores de este ataque de kale borroka son los mismos que sabotearon cinco autocares en Loiu hace un mes.
REACCIONES AL COMUNICADO
· Andoni Ortuzar (PNV): «Me importa muy poco lo que tenga que decir ETA porque no le reconozco como un actor político»
· PSE-EE: «Rechazamos que quieran convertirse en un agente político. Su única salida es disolverse y desaparecer»
· Carlos Iturgaiz (PP): «La banda se ha aliado con los secesionistas catalanes para destruir España»
· Covite: «Nos parece una broma macabra que intente ser un referente político para la sociedad»
Un grupo de radicales saboteó ayer tres autobuses públicos del servicio Bizkaibus en las cocheras ubicadas en el barrio de Zorroza, en Bilbao. Junto a las instalaciones se localizaron pasquines rudimentarios en los que se podía leer ‘Gudari Eguna. Borroka da bide bakarra’ (Gudari Eguna. La lucha es el único camino) y mensajes de apoyo a los «presos y exiliados» de ETA. Los investigadores de la Ertzaintza están convencidos de que se trata de un nuevo episodio de kale borroka, probablemente cometido por el mismo grupo disconforme con la actual estrategia «reformista» de la izquierda abertzale que hace un mes incendió otros cinco autobuses en Loiu. Los daños materiales podrían superar los 900.000 euros, según informó la Diputación de Bizkaia, que exigió el «cese de los actos violentos» enmarcados en «reivindicaciones políticas».
El ataque se produjo sólo unas horas después de que se hiciese público un comunicado en el que ETA lanza, por primera vez, un mensaje a los sectores críticos con la línea oficial de Sortu. En el texto, publicado en el diario ‘Gara’ con motivo del Gudari Eguna, la banda terrorista reprende públicamente a estos grupos de disidentes. Les recuerda que no cuentan con su «apoyo» y advierte que sus actuaciones son «muy perjudiciales». ETA señala directamente a «quienes están perjudicando la estrategia actual» y a quienes «utilizan con malicia la memoria de los combatientes vascos y los habituales símbolos y reivindicaciones» de la izquierda abertzale con el objetivo de «dividir el Movimiento de Liberación».
La banda no da nombres, pero su mensaje podría ir dirigido a Ibil (Iraultzak Bilguneak-Núcleos revolucionarios), un grupúsculo que, como ya informó este periódico, acusa a la antigua Batasuna de «apoltronarse» en las instituciones y aboga por retomar la violencia. Otro de estos grupos críticos se denomina Amnistía Ta Askatasuna (ATA), cuyas siglas han aparecido en los últimos meses en forma de pintadas en diversos puntos del País Vasco.
En su comunicado, ETA también pide a la base social de la izquierda abertzale que «mantenga el esfuerzo» porque el «enemigo nos quiere llevar a la desesperación» y aboga por emular los procesos soberanistas de Escocia y Cataluña. De hecho, aprecia «una alianza cada vez más amplia» en defensa del derecho a decidir y cree que se da el escenario para emprender «un proceso democrático» que permita a los vascos ejercerlo. La banda valora además el respaldo político y ciudadano que tuvo la cadena humana del pasado 8 de junio impulsada por Gure Esku Dago –«la movilización más multitudinaria jamás realizada en Euskal Herria»– y admite que el mundo de la izquierda abertzale «durante muchos años» no fue «capaz» de lograr ese apoyo.
El sabotaje se registró sobre las tres menos veinte de la tarde, pero no se detectó hasta media hora más tarde. Las llamas obligaron a movilizar a los Bomberos, la Ertzaintza y la Policía Municipal de Bilbao. No hubo que lamentar daños personales y los operarios de Bizkaibus tuvieron que retirar el resto de autobuses que se encontraban en las cocheras, según informa Eva Molano.
En un primer momento, se barajó la posibilidad de que fuese un incendio fortuito desencadenado por una avería mecánica en uno de los autobuses, que daban servicio a la Universidad. Esta hipótesis quedó rápidamente descartada por varios motivos. Según fuentes policiales, el fallo mecánico que sufría uno de los vehículos carecía de la gravedad necesaria para originar un fuego semejante. Además, el hecho de que las llamas se originasen en las unidades aparcadas en uno de los extremos de las cocheras también resultaba sospechoso. Y, por último, la aparición de los pasquines en las inmediaciones sirvió para confirmar las sospechas de que se trata de un sabotaje. Según el Departamento vasco de Seguridad, «todo parece indicar que estamos ante un hecho delictivo provocado intencionadamente».
Los investigadores sospechan que sus autores pueden ser los mismos que calcinaron cinco autobuses en Loiu hace un mes con ‘cócteles molotov’. Las fuentes consultadas por este diario señalan que existen «bastantes conexiones» entre ambos episodios de kale borroka y manejan la hipótesis de que es obra de un grupo de «incontrolados».
EL CORREO – 28/09/14