EL MUNDO 12/02/14
· Silencio en Génova, que acoge con incredulidad una crisis interna que no preveía
La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, se mantendrá firme en los próximos días en su intención de proceder a una renovación de equipo y de mensajes, pese a la enorme tensión interna provocada por su decisión de prescindir de Iñaki Oyarzábal como secretario general. Quiroga paró el lunes la intentona liderada por Alfonso Alonso, presidente del PP alavés y portavoz en el Congreso, de hacer pública la continuidad de su actual número dos y convertir el formalismo del registro de la candidatura de la presidenta con sus avales correspondientes en una muestra de unidad. Pero la falta de acuerdo se visualizó ayer en los 368 avales presentados a favor de Quiroga, de los que apenas 40 fueron recogidos por el PP alavés por los 240 conseguidos por el partido que preside Antón Damborenea y 88 por Guipúzcoa.
Quiroga y el PP de Álava mantendrán un pulso público sobre la continuidad de Oyarzábal como secretario general ante el, de momento, silencio de la dirección del PP en Madrid, que ha acogido con incredulidad una crisis interna que no preveía. Fuentes cercanas a la dirección del PP aseguraron ayer que desconocían la magnitud del enfrentamiento desvelado ayer por EL MUNDO y que se visualizó en la tensa reunión que mantuvieron en la sede del PP en Bilbao Quiroga, Alonso, Damborenea y Borja Sémper. Una intensa y acalorada discusión en la que Quiroga intentó evitar que su decisión de relegar a Oyarzábal fuera interpretada como una disputa territorial. La presidenta del PP vasco formalmente aún no se ha pronunciado públicamente, ni lo hará hasta que adopte una decisión firme, pero su posicionamiento quedó claro cuando propuso a Alfonso Alonso que le planteara un candidato alavés a la secretaría general que no fuera Oyarzábal.
La propuesta de Quiroga realizada ante Damborenea agrieta aún más las relaciones internas del partido, y especialmente las personales entre Quiroga y Oyarzábal, el tándem político que, desde el pasado mayo, había tomado las riendas del PP vasco tras la decisión de Antonio Basagoiti de abandonar la política. El sólido equipo configurado por quien fuera presidenta del Parlamento vasco y el número dos del PP de Álava –siempre respaldado por su compañero y amigo Alonso– recibió en Valladolid el reconocimiento y los parabienes de todos los asistentes al cónclave, espoleados por Mariano Rajoy.
La presidenta del PP vasco carece a día de hoy de alternativa para reemplazar a Oyarzábal y considera, según fuentes de su entorno, que las casi cuatro semanas que restan para el congreso es tiempo suficiente para configurar un equipo de «largo recorrido» en el que se introducirán más cambios que el que pretende en la secretaría general. Quiroga interpreta esta primera oleada de mensajes de respaldo a Oyarzábal como movimientos previsibles dentro de un periodo precongresual y entiende que cualquier cambio en su equipo forma parte del debate interno dentro del PP vasco que no compete a los órganos de dirección de Génova.
Soraya Sáenz de Santamaría evitó pronunciarse ayer a favor de Oyarzábal y, tras destacar su condición de «militante de base de Madrid», dijo que lo fundamental es que el PP siga siendo un «elemento clave» de la política vasca. Alonso avaló el criterio de Santamaría al apostar por convertir al PP en «alternativa política» y defendió la relevancia política de Oyarzábal: «Tiene un papel preponderante en el futuro».