ABC 12/12/16
· El Gobierno ve «imposible» pronosticar si habrá adelanto electoral o no
Partido a partido. Esta es la filosofía que también se ha impuesto en el día a día del Palacio de La Moncloa. El primer mes de Gobierno ha concluido con «éxito», con un primer gran acuerdo como resultado que permite que la legislatura siga adelante y no se bloquee nada más echar a andar, y el presidente mira ya a los Presupuestos como la siguiente eliminatoria que hay que superar. Aprobar las cuentas públicas de 2017, previsiblemente en el primer trimestre del año, no será nada fácil, pero en La Moncloa están convencidos de que lo peor, con el acuerdo sobre el techo de gasto y las medidas para alcanzar el déficit público, ha pasado.
Los Presupuestos La Moncloa cree que ya se ha hecho lo más difícil, con el acuerdo sobre el techo de gasto y el déficit público
Los Presupuestos son la herramienta imprescindible para que la legislatura no se frene y para que España no se bloquee. Su aprobación dará cierta tranquilidad al Gobierno al menos durante el próximo año. Nada más.
La minoría del PP
El Gobierno ve con optimismo el trámite de estas primeras cuentas de la legislatura, pero no se atreve a hacer pronósticos de lo que pueda suceder después. Ni siquiera Rajoy los hace. «Es imposible», reconoció hace pocas fechas en una conversación con periodistas en el Congreso. «No se puede pronosticar si la legislatura será larga o corta. Yo quiero que sea larga, pero no me atrevo a asegurarlo, no se puede», comentó con prudencia. Los 137 diputados del PP y sus aliados electorales no tienen la fuerza suficiente para garantizarlo.
Paso a paso, votación a votación (las imprescindibles, no las que solo sirven a la oposición para aporrear cada martes al Gobierno), el Ejecutivo confía en ir salvando obstáculos para que se mantenga la estabilidad y se afiance el crecimiento económico y la creación de empleo, auténtico objetivo de Rajoy. Sobre esa estabilidad, el presidente está convencido de que ahora es el momento, sin mayorías absolutas, de lograr grandes pactos de Estado. Rajoy ha confesado que si se logran cuatro de ellos, la legislatura habrá sido todo un éxito, aunque hayan quedado aparcados muchísimos otros asuntos que estaban en el programa del PP, o del resto de los partidos.
Por una legislatura
Se trata, en primer lugar, de un pacto nacional por la Educación, otro para el fortalecimiento del sistema de pensiones, uno más sobre el modelo de financiación autonómico y un cuarto sobre violencia de género. «Solo el pacto por la Educación valdría por toda una legislatura», comentan en La Moncloa. Ya se han dado los primeros pasos en esa dirección, con la constitución de la Subcomisión de estudio del pacto en el Congreso, y la aprobación del Decreto-Ley que deja sin efectos académicos las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, como exigía el PSOE.
Sobre las pensiones, se ha activado la Comisión del Pacto de Toledo para avanzar en un acuerdo. A mediados de noviembre, el PP y el PSOE también mostraron que el acuerdo entre ellos es posible en asuntos como la lucha contra la violencia de género. El presidente prevé dificultades especiales en la reforma del sistema de financiación autonómica, en el que entran en juego muchos factores, y no solo ideológicos.
Rajoy pretende que en la Conferencia de presidentes autonómicos de enero pueda avanzarse en algunos de estos asuntos, como el de Educación y financiación autonómica. El presidente tiene gran interés en que acudan to-
dos los máximos dirigentes autonómicos: el avance en los acuerdos sería mayor y sus efectos más contundentes. De ahí que esté llamando personalmente a todos los líderes de las Comunidades, a quienes además enviará una carta de convocatoria. En su agenda tiene pendiente ponerse en contacto con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Una oportunidad
Rajoy ha subrayado en varias ocasiones que esta legislatura, por su complejidad y por la ausencia de mayorías absolutas, puede ser idónea para lograr esos grandes acuerdos de Estado. De momento está satisfecho por el arranque de la legislatura, y con el acercamiento que se ha producido entre los dos grandes partidos.
La base para alcanzar los pactos debe ser la estabilidad política, según explican en La Moncloa. Esos cuatro grandes acuerdos no son los únicos a los que aspira el Gobierno de Rajoy. En su primer discurso de investidura se refirió también a otros dos posibles pactos, sobre energía y ciencia. A todos ellos suma uno más sobre la unidad de España, que planteó Ciudadanos y que el Gobierno apoya totalmente.
Junto a los pactos de Estado, los esfuerzos del Gobierno se centran en el reto más grave que tiene ante así, como es el desafío independentista catalán. El Ejecutivo confía en que el diálogo y la mano tendida darán sus frutos, pero asume que llevará «mucho tiempo».