Rajoy critica que el PSOE ni cite la amenaza catalana en su documento

ABC 11/02/16

· El presidente busca «entrar en el partido» de nuevo, y su entorno insiste: no tira la toalla

Ni se va a retirar, ni se va a abstener, ni tira la toalla: Rajoy mantiene su oferta de gran coalición y «no renuncia a plantearla en una sesión de investidura». No quiere «entrar en ningún juego ni se va a abstener en nada», y sigue adelante porque «el PP ha ganado las elecciones y va a defender su victoria». En su entorno apuntan que sus palabras de ayer ante el grupo popular en el Senado son el aldabonazo de salida del que «quiere entrar en el partido otra vez; y a partir de ahora se va a notar». De momento, aprovechó para atacar a Pedro Sánchez (PSOE), en cuyo documento programático «entregado a todos los partidos menos a nosotros» se olvida de mencionar «el problema más importante que tiene España: la amenaza independentista en Cataluña».

JOSÉ RAMÓN LADRA Mariano Rajoy recibe y devuelve los aplausos de sus senadores en la Cámara Alta

En su primera referencia explícita a dicho documento, Rajoy tira de ironía: «Yo ya no sé si eso lo va a consultar con sus bases o con el resto de fuerzas políticas». Aún más sorprendente le resulta que el PSOE proponga «en un renglón una reforma de la Constitución para la cual no tiene ni votos ni apoyos».

Rajoy se ha citado esta mañana en el Congreso con Albert Rivera, y el viernes con Pedro Sánchez. A ambos les va a manifestar su oferta de un Gobierno con apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos, que contaría con una amplísima base de 252 diputados, y con cinco prioridades: «La defensa de la nación española; crecer y crear empleo; mantener y mejorar los grandes pilares del Estado del bienestar; combatir el terrorismo; y la lucha contra la corrupción».

Un asunto, este, espinoso donde los haya, una herida en carne viva en el PP tras el aluvión de casos en Valencia en las últimas semanas, y que ha abierto una brecha con la senadora Rita Barberá, ausente ayer de la reunión y que lleva días recibiendo de sus compañeros «consejos» para que dé un paso atrás. Rajoy –que el pasado jueves decía a los diputados populares: «Esto se acabó y aquí no se pasa ninguna»– pedía ayer sugerencias contra la corrupción: «Estamos dispuestos a considerar cualquier planteamiento o cualquier idea que de buena fe alguien quiera hacer».

Estrategia de desgaste
Rajoy y el PP quieren recuperar la iniciativa. Saben, como señalaba un dirigente popular, que «esto es una estrategia de desgaste, se trata de que no le salga al otro para que nos pueda salir a nosotros». Ante sus 143 senadores –122 de ellos electos, y el resto por designación autonómica–, insistió en su mensaje: pretender gobernar contra el partido que ha ganado las elecciones «no es lo más democrático ni lo más razonable»; y además ese gobierno no podría funcionar aunque sacaran adelante la sesión de investidura.

Y un gobierno «débil» es lo que «menos le conviene a España, con lo que puede venir en el futuro». La opción PSOECiudadanos no la ven factible ya en el PP; además de que numéricamente no es suficiente, creen que estos dos partidos como socios «no van a llegar más allá, porque Ciudadanos va a pedir que entre el PP y el PSOE no va a querer».

Aun reconociendo que «la política tiene algo de escenificación», el líder popular insistía ayer en que se necesita algo más que fotos y ruedas de prensa. Por ejemplo, «votos suficientes», y 90 escaños no lo son.

Entre sus fieles, cunde la opinión de que Mariano Rajoy aguantaría en su puesto incluso en el caso de que se formara un gobierno PSOE-PodemosIU con los independientes: «Sería un Gobierno inviable, por débil, y ahí estaría él. Esperando».