ABC – 18/05/14
· Arias Cañete llama a votar para evitar que el PSOE recupere las políticas que «llevaron a millones al paro».
La recuperación económica había centrado hasta ahora la campaña electoral de Mariano Rajoy, que había dejado aparcado el debate sobre el desafío independentista catalán. Pero el problema (como el dinosaurio junto a la cama) seguía ahí, y en Barcelona, ante unas dos mil personas en el antiguo Palacio de Deportes, lo afrontó con un mensaje rotundo: «En Cataluña no pasará nada que luego haya que lamentar». Ni referéndum ilegal, ni por supuesto independencia.
Rajoy, que no se quita el traje y la corbata de presidente del Gobierno ni en sábado, no buscó el enfrentamiento con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ni tuvo un discurso combativo ni agrio ante el pulso secesionista. Al contrario, quiso transmitir un mensaje positivo y así pidió el voto por una «Cataluña unida, española y europea, y no dividida, fuera del mundo y aislada». El presidente del PP suele volcarse en sus elogios a esta tierra («Amo a Cataluña…», llegó a confesar en el Congreso). En esta ocasión, aseguró que «Cataluña ha sido grande cuando ha sido española y europea, o sea siempre».
Relajado y optimista hacia el futuro, tanto en el debate soberanista catalán como con la crisis económica (pronosticó buenos datos de paro y seguridad social en «mayo, junio, julio, agosto y los meses posteriores…»), el presidente elogió de forma especial el papel que está teniendo el PP catalán en estos momentos, porque «ha sabido permanecer siempre como una roca con el mismo talante y con las mismas ideas». Y mientras alababa a los populares, denunciaba al nacionalismo y al PSC: «Vosotros no sois nacionalistas, ni con matices ni sin ellos. Sois catalanes y no necesitáis carnés de catalanismo. Defendéis lo que Cataluña ha sido siempre, desde hace siglos. Vosotros no os estáis inventando la historia, ni disfrazáis la realidad, ni repartís diplomas de catalanismo, ni queréis que todos piensen como vosotros».
No faltó su defensa del «derecho a decidir», pero de todos los españoles sobre el futuro de su país, porque «nadie puede decidir por ellos» (aplauso prolongado del público), ni tampoco la advertencia de que «no se puede ir a Europa con el insensato horizonte de salirse luego de ella. Eso no se le ocurre a nadie».
Este fue el primer mitin que han compartido Rajoy y el candidato del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete. No hubo una sola mención al debate ni a la polémica sobre las declaraciones supuestamente machistas. Pero sí un respaldo expreso y firme de Rajoy a su exministro: «Tenemos al mejor número uno, es respetado y conocido en Europa y tiene un enorme porvenir en las instituciones europeas que se constituirán en 2014». Una defensa de Arias Cañete que, por un lado, trata de zanjar cualquier duda surgida tras el debate televisado, y por otro supone un ninguneo a la adversaria socialista, Elena Valenciano, que no existe en los mítines de Rajoy.
El presidente del Gobierno se muestra mucho más preocupado con los «experimentos» que suponen los partidos pequeños en las elecciones europeas, y que según él no van a ninguna parte, porque un diputado en un Parlamento de 751 miembros no sirve para nada. Por eso insistió en pedir el voto útil para una formación «fuerte» como el PP.
Antes de Rajoy habló el candidato Cañete, en una intervención que no eludió el proceso soberanista —«quienes entonan cánticos separatistas están están instalados en el pasado», apuntó—, pero que se centró principalmente en aspectos económicos, y de manera particular en el contraste entre las políticas del PP y las del PSOE en esta materia. Ahí, su lectura de lo que está en juego en las elecciones europeas del día 25 fue más que claro: «Hay que ganar para evitar que el PSOE ponga en marcha de nuevo las políticas que llevaron a millones de personas al paro».
ABC – 18/05/14