ABC – 12/11/15
· Recuerda que toda decisión de poder está sujeta a la ley, «sin ámbitos de impunidad».
· «Me gustaría que este fuera el último paso que dar, porque hubiera una rectificación de quien generó el problema».
Mariano Rajoy reunió ayer de forma extraordinaria a su Consejo de Ministros para aprobar el escrito de impugnación de la resolución soberanista del Parlamento de Cataluña que puso en marcha el proceso de independencia. Y, de paso, repitió un mensaje de tranquilidad a la opinión pública: el Gobierno no va a bajar la guardia en este aspecto; ninguna decisión del poder está exenta de cumplir la ley y lo que se intenta por parte de la mayoría parlamentaria catalana es «acabar con la democracia y el Estado de Derecho».
No sólo eso; también se verían afectados «la unidad de la nación española y la convivencia». Razón por la cual, el presidente del Gobierno se mostró dispuesto a batallar por la defensa de «los derechos de todos los ciudadanos, pero muy especialmente los de los catalanes», porque «no se trata sólo de la reacción ante un parlamento, sino de la defensa de un país».
Retrotraer a otros tiempos
En palabras de Rajoy, la resolución soberanista aprobada el lunes por la mayoría del Parlamento catalán «apuesta por la arbitrariedad del poder» y supone «retrotraer a otros tiempos que la España constitucional ha dejado atrás definitivamente».
Sus argumentos se apoyan, además de en sus convicciones, en el informe del Consejo de Estado, para quien la resolución de corte independentista supone una «vulneración evidente del núcleo esencial de la Constitución» y «una declarada insumisión a las instituciones del Estado». Recuerda el Consejo, y Rajoy con él, que toda decisión del poder está «sin excepción» sujeta a la ley, sin que «puedan existir para el poder público ámbitos de impunidad».
De no ser así se correría el peligro de «volver a la arbitrariedad del poder»; por eso pidió que se recuerde que «sin el respaldo y sin el respeto a la ley, cualquier poder y cualquier gobierno pierden su legitimación». Porque «cuando se prescinde de la ley, se renuncia a la democracia»..
Desde Malta, donde viajó el presidente en viaje oficial tras el Consejo de Ministros extraordinario, el Gobierno expresó su satisfacción por la decisión del Tribunal Constitucional de suspender, por unanimidad, la resolución independentista. El TC, explicaron las mismas fuentes, procede como se le había requerido al notificar personalmente a las personas citadas para que se abstengan de realizar cualquier acción que pueda suponer un incumplimiento de la suspensión, informa Mariano Calleja.
«Democracia» es la palabra que más veces utilizó el presidente Rajoy durante su intervención, en la que también advirtió de las consecuencias de la acción soberanista, que «pone en riesgo» el respeto a la soberanía popular y la unidad de la nación, además de «vulnerar la Constitución e incumplir su propio Estatuto de Autonomía».
En tono firme, Rajoy criticó que los promotores de la declaración independentista se hayan «arrogado un poder constituyente que no les corresponde», y que quieran atribuirse la soberanía nacional, algo que «no se puede ni dividir ni fragmentar».
«Aquí se está quebrando todo», dijo Rajoy, tras informar de los pasos dados minutos antes de su intervención por la Abogacía del Estado, para solicitar al Tribunal Constitucional que acuerde la «inmediata suspensión» de la resolución. Algo que, aclaró, no impedirá a los parlamentarios catalanes ejercer sus legítimas competencias de gobierno autonómico.
El presidente confesó que le gustaría que este de ayer fuera «el último paso» que tuviera que dar en relación con este asunto porque «hubiera una rectificación por parte de las personas que han generado este problema». De no ocurrir así, insistió en que los mecanismos de actuación están previstos.
El Rey, «informado»
Respecto al despacho que mantuvo el martes con el Rey Felipe VI, señaló que el Monarca está «absolutamente informado» de lo que ocurre, las decisiones que se toman y sus reuniones con otras formaciones. Este es, dijo Rajoy, un asunto que «preocupa a todos», al Rey, a las fuerzas políticas y a la «inmensa mayoría» de los españoles.
El presidente recordó que «primero me negué a que se me impusiera un modelo de financiación contrario a la igualdad y solidaridad entre españoles», y «después, a que se celebrara un referéndum que negaba el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país». Reiteró que está dispuesto a «hablar de todo», excepto de la unidad de España, la igualdad de los españoles y el cumplimiento de la ley.
ABC – 12/11/15