EL MUNDO – 30/01/16
· La dirección avala que una gestora refunde la organización que ha controlado Rita Barberá.
Mariano Rajoy disolverá el PP en la tercera ciudad de España para que la negra mancha de la corrupción en Valencia no liquide sus opciones de ser investido presidente e impondrá una gestora en la organización históricamente liderada por Rita Barberá. La decisión, aseguran en el partido, se toma a petición de la dirección regional pero con el respaldo total de Génova. Para el PP valenciano y para Rajoy actuar o no es casi una cuestión de supervivencia.
En el caso del presidente la macrorredada en Valencia ha reabierto el debate público sobre si reaccionó como debía ante la corrupción que ha asolado a su partido y sobre su idoneidad para continuar en el cargo, ahora que requiere el apoyo del PSOE y de Ciudadanos. Señalado por esta formación como un «obstáculo» para alcanzar un posible acuerdo de Gobierno, la respuesta de Rajoy ha sido liquidar el PP de Rita Barberá, con quien mantiene un estrecho vínculo. Rajoy, además, ha dicho que en caso de nuevas elecciones quiere repetir como candidato.
Nunca antes la dirección nacional ha actuado con esta contundencia y rapidez ante un caso de corrupción, de los muchos que han estallado en Valencia. Ni con Gürtel–se respaldó a Francisco Camps hasta que tuvo que sentarse en el banquillo–, ni con Brugal–se mantuvo años al frente del Ayuntamiento de Alicante a la alcaldesa Sonia Castedo, pese a estar imputada–. De hecho, el PP, con Rajoy al mando, permitió que la bancada popular en las Cortes Valencianas llegara a tener 10 imputados.
Ayer en Valladolid, donde intervino ante la Junta Directiva del PP de Castilla y León, el presidente del Gobierno en funciones admitió que «a lo mejor no hemos sido todo lo diligentes que hubiéramos tenido que ser» aunque, matizó, «es fácil hablar a toro pasado».
Rajoy cree que los españoles han «castigado» al PP por sus «equivocaciones» pero también le han reconocido «méritos», como dejar actuar «con libertad» a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a la Justicia y presentar «el mayor paquete legislativo» contra la corrupción.
El presidente aprovechó también su intervención para responder al cuestionamiento que hace Ciudadanos a sus opciones como candidato. «Hay que respetar lo que dicen los ciudadanos, no estamos para inventos, para poner al quinto de la lista o uno de fuera». «Nadie nos va a decir lo que tenemos que hacer», advirtió ayer a Albert Rivera. «Aquí hay gente muy competente que es capaz de resolver una situación como ésta», aseguró. Rajoy evitó ayer cualquier mención expresa a su persona y aunque en La Moncloa aseguran que Rajoy no tiene intención de dar un paso atrás, dirigentes territoriales consultados por este diario no descartan que esto se produzca. Lo que sucede es que, en estos momentos, nadie en el PP piensa que Rajoy se vaya a ver en esa tesitura: ante un pacto de gobernabilidad prácticamente acordado por PP, PSOE y Ciudadanos en el que su permanencia fuera el impedimento para poner el punto y final.
No obstante, pese al pesimismo de su partido respecto a las posibilidades de seguir en el Ejecutivo, Rajoy defendió ayer «que nadie se preocupe, el momento llegará», en referencia a un acuerdo final con estas formaciones para que Ciudadanos le apoye y el PSOE se abstenga.
El presidente, en distintas declaraciones, recibió ayer el apoyo público de ministros y dirigentes del partido para seguir defendiendo su candidatura a la Presidencia del Gobierno. En su presencia Juan Vicente Herrera, presidente del PP de Castilla y León y de la Junta, aseguró que en el Ejecutivo debe estar integrado el «candidato ganador» de las elecciones generales. Herrera ayer, casi sin decirlo, avaló también que el congreso que el PP celebre «cuando se despeje la actual situación de incertidumbre» sea abierto a los militantes, tal y como reclama una buena parte de la organización. Aunque no se refirió en ningún momento al congreso nacional, sí habló en estos términos del congreso regional que propuso sea «mucho más participativo». El dirigente popular cree que es momento de «renovar mensajes, reforzar equipos, dar paso a personas jóvenes, preparadas y fiables».
EL MUNDO – 30/01/16