Rajoy no tiene remedio

ELCONFIDENCIAL 25/04/16
EDITORIAL

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, dice que está «en forma, con ganas y dispuesto a dar la batalla». «Podemos estar tranquilos», se masajeó ante unos incondicionales este fin de semana en Córdoba; «hicimos lo que teníamos que hacer». Y, por supuesto, cargó contra el PSOE y contra Ciudadanos, a los que culpó de que no se haya podido formar un nuevo Ejecutivo tras las elecciones del 20 de diciembre: «Lo hicieron imposible», aseguró.

Así pues, Mariano Rajoy sigue en sus trece.

Es verdaderamente pasmoso que quien ha dilapidado una mayoría absoluta fenomenal, acompañada de un tremendo poder municipal y autonómico también reducido a cenizas, vaya por ahí con esa suficiencia, en plan caudillo victorioso. Está llevando a su partido de la cima a la sima y él sigue ahí, en su campana neumática, encantado de haberse conocido. En Andalucía además, escenario de su primer gran fracaso tras instalarse en la Moncloa. En esa comunidad, el PP pasó de ser el partido más votado en 2012 a volver a ser el segundón en 2015, tras perder la friolera de 17 escaños (de 50). Desde entonces, el PP ha ido de batacazo en batacazo hasta el calamitoso 20-D, en que Rajoy perdió 3,6 de los 10,8 millones de votos que cosechó en 2011.

Ni las encuestas de los medios más desvergonzadamente rajoyistas acercan al PP a una nueva mayoría absoluta. Pero ahí está su líder, tan seguro de sus fuerzas que no da la menor ocasión a sus correligionarios de que apuesten por él en un congreso abierto, cargando contra el único partido con el que podría tratar de mantenerse en el poder; el partido que de hecho permite al PP seguir disfrutando de cierto poder autonómico y municipal.

Mariano Rajoy, definitivamente, no tiene remedio. Y cada vez parece tenerlo menos el partido que subyuga con tan escasa resistencia.