EL MUNDO – 29/07/17
· El tribunal se reunirá el lunes en sesión extraordinaria y suspenderá la reforma legal del Parlament para la ‘desconexión exprés’Los diputados secesionistas firman en bloque la ley del referéndum.
El Gobierno cegó ayer a los independentistas catalanes la grieta institucional que habían abierto para convocar el referéndum del 1 de octubre, con la presentación de un recurso al Tribunal Constitucional (TC) contra la reforma del reglamento del Parlament, que les permitía aprobar en un día la ley del referéndum. El Ejecutivo pide al TC que frene «la deriva absolutamente antidemocrática» de Junts pel Sí, la CUP y el Govern. Desde Moncloa se alude de este modo a que la reforma del reglamento del Parlament lamina a las minorías al no permitir la presentación de enmiendas en la tramitación por vía de urgencia.
En el recurso presentado ayer ante el Constitucional, el Gobierno señala que para el propósito secesionista de estos grupos se ha rebelado «manifiestamente incómoda» la existencia del «derecho de todos los ciudadanos a participar en los asuntos públicos a través de sus representantes políticos».
La Abogacía del Estado se refiere así a la imposibilidad de que los grupos minoritarios presenten enmiendas en la nueva tramitación exprés introducida en el reglamento del Parlament, concebida para agilizar las leyes del referéndum. Esa circunstancia supone «un daño a los derechos fundamentales» de los parlamentarios que justifica el recurso. Además de la declaración de inconstitucionalidad, Rajoy pide al TC la suspensión cautelar de la reforma.
Tras conocer que el Gobierno había registrado ya el recurso, el presidente del TC, Juan José González Rivas, convocó un Pleno extraordinario para el lunes a las 17.30 horas. En esa reunión los magistrados lo admitirán a trámite y suspenderán el nuevo reglamento parlamentario.
Pese a ello, justo ayer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y los diputados de Junts pel Sí y de la CUP estamparon en bloque su firma en el proyecto de ley de referéndum que el lunes registrarán en el Parlament.
El Ejecutivo de Rajoy cree que la Mesa de la Cámara catalana no tramitará esta iniciativa, que quedará en el limbo. «Se va a registrar pero no se va a tramitar», señalaron fuentes del Gobierno. Desde el pasado 14 de febrero, explican, sus miembros están apercibidos por el TC, que anuló la resolución del Parlament que acordaba la celebración del referéndum. Esto, sostienen en La Moncloa, es una «debilidad» que no les permite ir más allá. «La Mesa sabe que no lo puede admitir» porque se expone a una responsabilidad penal.
Ésta es la convicción del Gobierno, que entiende que la previsible suspensión del lunes y las actuaciones precedentes del TC dejan a los independentistas sin la pretendida cobertura legal para convocar la votación independentista del 1 de octubre.
El recurso del Gobierno pide expresamente al TC que «notifique personalmente» la suspensión a los miembros de la Mesa, así como al secretario general y al letrado mayor de la Cámara. Y que además les ordene comunicar la decisión a todos sus subordinados, sean «autoridades» o «servicios administrativos». La notificación incluirá la advertencia de que podrían incurrir en responsabilidad penal si no acatan la suspensión. Por ejemplo, si tramitan cualquier norma por este trámite exprés denominado «de lectura única».
Frente a esos avisos judiciales, en el Gobierno la pregunta que se siguen formulando es si en Cataluña «hay legalidad». Ante este escenario podrían existir dos caminos posibles: que Puigdemont, como anunció en Le Figaro, desobedezca abiertamente al TC y trate de realizar el referéndum, o que el 1-O se celebren elecciones autonómicas en Cataluña.
Rajoy, que ayer compareció tras la reunión del Consejo de Ministros para, según sus propias palabras, hacer un «balance de la temporada», no dio públicamente validez a ninguna de estas hipótesis. Sobre la posible desobediencia de Puigdemont señaló que esto «no puede ocurrir en un país democrático y civilizado». Respecto a que haya elecciones en octubre, recordó que es una competencia exclusiva del president, pero que a él le «gusta que las cosas funcionen en situación de normalidad».
Ni Rajoy ni el Gobierno quisieron abundar en qué puede suceder en Cataluña a partir del lunes. La vicepresidenta ha mantenido contactos en las últimas horas con los socialistas Patxi López y Miquel Iceta y los dirigentes de Ciudadanos José Manuel Villegas e Inés Arrimadas, que son los interlocutores nombrados por Pedro Sánchez y Albert Rivera.
En su comparecencia, Rajoy repitió que «no habrá ningún referéndum el 1 de octubre». Y no lo habrá, apostilló, porque «el TC ha dicho que es inconstitucional e ilegal». «El Gobierno de España mantiene la determinación de defender la ley con la serenidad y con la mesura que le brindan los instrumentos de nuestro Estado de Derecho».
El presidente sí profundizó ayer en una circunstancia que está muy presente: la brecha social que ha generado el soberanismo. Alabó el paso de la patronal catalana, que ha tildado de «golpe de Estado jurídico» el propósito de aprobar la ley del referéndum. Es un mensaje, dijo, «noble, honorable y valiente». «La sociedad catalana necesita que se les proteja de un proyecto radical y divisivo, que se intenta imponer a las bravas». Rajoy apuntó que tras el 1-O «lo importante es la recuperación de la normalidad» y desveló que en una conversación «mantenida hace tiempo» con Sánchez hicieron «una pequeña aproximación sobre lo que ocurrirá después del 1 de octubre». Pero «no hay ninguna decisión adoptada».
Al margen de sus palabras sobre Cataluña, la intervención del presidente se centró en el análisis de la situación económica. Una larga enumeración de datos en los que Rajoy dejó traslucir cierta euforia y el pronóstico de que en 2018 España «estará en condiciones de abandonar el procedimiento de déficit excesivo». Destacó que las «espléndidas» cifras de la economía española hacen «más que probable» que España crezca este año «al menos al 3%» y alcanzar el objetivo de 20 millones de ocupados antes del año 2020. España, indicó, «ha recuperado ya el nivel de riqueza que tenía antes de la crisis» y el PIB se sitúa también en niveles de 2008.
A su satisfacción por la situación económica sumó también la estabilidad política, visualizada en su opinión con la aprobación de los Presupuestos con otros cuatro partidos –Ciudadanos, PNV, CC y NC–. En este punto el presidente mandó un recado directo al secretario general del PSOE y líder de la oposición, Pedro Sánchez: «La capacidad de pactar es el mejor ejemplo de liderazgo; pretender encastillarse en el bloqueo permanente sólo conduce a la exclusión».
EL MUNDO – 29/07/17