EL MUNDO – 11/02/16 – CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO
· En la reunión de ayer con el Grupo Popular del Senado, Rajoy se mantuvo en sus trece y sólo ofreció como alternativa su ya conocida fórmula: Gobierno del PP con apoyos de PSOE y Ciudadanos.
El portavoz, Xosé Manuel Barreiro, hizo una presentación laudatoria, en la que reiteró hasta la náusea lo orgullosos que están en el grupo «del partido y del presidente que tenemos». Aunque hay opiniones para todos los gustos, de puertas afuera nadie va a cuestionar lo que diga o haga Rajoy. Este enroque, según un dirigente popular, «nos lleva a nuevas elecciones o a un Gobierno del PSOE con Podemos».
La decisión de mantener a Rita Barberá en la Diputación Permanente del Senado, para asegurarle el blindaje del aforamiento, se interpreta en esa clave: en el Gobierno y en el PP se ven los comicios como la alternativa más probable.
Rajoy no se va a mover un milímetro de su posición y así se lo hará saber a Albert Rivera y a Pedro Sánchez en las reuniones que mantendrá con ellos estos días.
El presidente del Gobierno en funciones no va a renunciar a presentarse y en ningún caso se abstendrá ante un posible Gobierno del PSOE y Ciudadanos. Una persona de su círculo me transmite que Rajoy «está molesto con el Ibex por su pretensión de que el PP se abstenga en una investidura de Sánchez respaldada por Rivera, porque, para el presidente, han sido algunos empresarios del Ibex los que le han dado alas a Ciudadanos y ahora se lamentan de que no haya logrado votos suficientes como para gobernar con el PP».
Mientras, en la ribera de Ferraz, la opinión mayoritaria es que el margen de Sánchez para formar Gobierno es objetivamente muy reducido. «Por muy bien que lo esté haciendo Pedro, la aritmética es la aritmética», confiesa una fuente de la dirección socialista.
Sánchez ha logrado arrebatar la iniciativa a Rajoy y está ganando enteros dentro de su propio partido tras la ronda de negociaciones iniciada la semana pasada. De momento, nadie le cuestiona. El líder del PSOE ha avanzado mucho en la negociación con Ciudadanos y con Compromís, pero si el PP no se abstiene, cosa que hay que dar por segura a día de hoy, no podría gobernar si no es con el respaldo, por activa o por pasiva, de Podemos.
Pablo Iglesias cree que Sánchez caerá como una fruta madura cuando se dé cuenta de que sólo su grupo puede garantizarle apoyos suficientes como para gobernar. El problema es que uno de los socios de Podemos, En Comú Podem, insiste en que sólo apoyarán la investidura de Sánchez si incluye en su discurso la palabra referéndum, lo cual significaría sobrepasar la línea roja que el Comité Federal le impuso al secretario general del PSOE.
Aunque finalmente Sánchez no logre apoyos suficientes para gobernar, ya ha hecho la mejor campaña posible para mantenerse al frente de su partido. «Si logra un pacto con Ciudadanos y otros grupos y hace una buena intervención en la investidura, aunque no sea investido, será muy difícil que Susana Díaz dé el paso de proponer su candidatura en las primarias del 8 de mayo», señala una fuente socialista.
EL MUNDO – 11/02/16 – CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO