ABC 06/04/17
· Un equipo permanente de Fomento impulsará el plan de inversiones y se coordinará con la Generalitat
El presidente Rajoy ha dado instrucciones a sus ministros para redoblar la presencia del Gobierno en Cataluña, con una agenda «real» que se haga visible a los ciudadanos. El ejemplo más claro se ha producido estos días con el Plan de infraestructuras que presentó el propio Rajoy en Barcelona, con 4.200 millones de euros de inversión hasta 2020. No se trató de un acto puntual del Gobierno en Barcelona. El presidente quiere que haya un equipo permanente de Fomento en esa ciudad, para impulsar el plan de inversiones y coordinarse con la Generalitat. Él mismo tiene previsto intensificar su presencia en Cataluña, y en la primera quincena de mayo volverá dos veces a Barcelona, en actos de apoyo a la economía catalana y a la sociedad civil.
Se trata de una actuación paralela a la respuesta judicial que está dando el Gobierno a cada decisión que toman los independentistas para organizar un referéndum ilegal. La última reacción se produjo el viernes pasado, cuando el Ejecutivo impugnó ante el TC las partidas presupuestarias catalanas destinadas al referéndum. En La Moncloa están convencidos de que el «proceso» está agotado, que «no da más de sí», aunque se sigan produciendo pasos «hacia ninguna parte», como dicen en el entorno del presidente. Entre las causas de ese agotamiento del «proceso» el Gobierno destaca su «fracaso rotundo» en el exterior. «No han tenido oxígeno fuera de España, todo el mundo les ha dado la espalda. En el exterior les hemos ganado claramente la batalla», destacan en La Moncloa.
Retroceso social
Hace semanas que el Gobierno empezó a detectar un retroceso claro del apoyo social de los independentistas en Cataluña, según fuentes de La Moncloa. Es la segunda causa del «agotamiento» del proceso. Lo atribuyen a que la Generalitat, en manos de los radicales de la CUP, ha dejado de ocuparse de los problemas «reales», de ahí la insistencia de Rajoy en llenar ese vacío y hacerlo bien visible. En esa línea, la jornada sobre infraestructuras en Barcelona no solo fue «un éxito rotundo» para el Gobierno, sino que creen que hizo un daño evidente al discurso victimista de los secesionistas.
De entrada, el Gobierno se volcará en las inversiones prometidas por Rajoy. El presidente tiene la firme voluntad de cumplir todos los puntos anunciados, y de hecho el equipo de Fomento que se instalará en Barcelona tendrá como objetivos velar por ello, asegurarse del cumplimiento, coordinarse con la Generalitat, pero también reivindicar «las obras del Gobierno», según las mismas fuentes. «Históricamente, con gobiernos del PSOE y también del PP, se llegó a acuerdos con CiU para tener su apoyo, a cambio de que el Gobierno pusiera el dinero pero sin aparecer en la foto. El protagonismo de las infraestructuras se dejaba a los nacionalistas. Eso se ha terminado. Se tiene que visualizar que el Estado, el Gobierno, está presente y actúa en Cataluña», comentan en La Moncloa. El que fuera portavoz de CiU en el Congreso Josep López de Lerma ya reconoció en sus memorias parlamentarias ese «ocultamiento» del Estado en una obra emblemática, la del Eje Transversal. El entonces consejero de Economía, Artur Mas, «olvidó» decir, con el visto bueno de Pujol, que las obras habían sido sufragadas por el Estado, que tampoco hizo nada por sacar a todos del error, e hizo creer que detrás de ellas estaba solo la Generalitat.
Ahora, desde La Moncloa advierten que eso se ha terminado. Incluso aseguran que se ha dado instrucciones para que detrás de cada obra se instale un cartel «de dimensiones bien visibles», para que todo el mundo sepa que corresponde al «Gobierno de España», con una explicación del proyecto y su presupuesto correspondiente.
El plan de inversiones que presentó Rajoy forma parte de la «agenda de desarrollo» que el Gobierno quiere impulsar en Cataluña. Se trata de una idea que ya figura en la ponencia política aprobada en el último congreso del PP catalán, que dirigió José Luis Ayllón, mano derecha de Soraya Sáenz de Santamaría y enlace del Gobierno con el Congreso de los Diputados. Las ideas expuestas por Ayllón en la ponencia «son asumidas totalmente por el Gobierno», según fuentes de La Moncloa. Incluso Rajoy ha incorporado a su discurso las principales ideas de ese texto.
En ese documento, los populares subrayan que los independentistas «se han olvidado de la Cataluña real, de la auténtica Cataluña». Frente a esa situación, el Gobierno ofrece la «reconexión con la realidad», con una agenda de reconciliación y desarrollo, «que supere el discurso de enfrentamiento y victimismo». El objetivo del Gobierno es «recuperar en Cataluña la política de las cosas importantes», y dejar atrás un periodo de «quimeras» y la agenda monocolor impuesta por los políticos independentistas.
En esa agenda el Gobierno no solo incluirá las inversiones en infraestructuras, sino medidas económicas y sociales dirigidas a emprendedores, autónomos y pymes. Entre las primeras se incluye el Corredor del Mediterráneo, la red de carreteras, el plan de Cercanías, la red de metro, los puertos y el sistema aeroportuario. El fortalecimiento del tejido industrial de Cataluña será otro de los puntos, así como la apuesta clara por Barcelona como sede de la Agenda Europea del Medicamento.