Contar con la amistad de Rebeca Argudo es uno de esos rarísimos privilegios que a veces, muy raras veces, nos da la vida sin que hayamos hecho méritos para ello. En mi caso fue gracias a Fabián Rodríguez, que le dio mi teléfono y el consejo de que me llamara para una contracultura de las que borda con mi querido Julio Valdeón en la contraportada de La Razón. Ella le siguió el consejo, cosa que no pasa siempre y desde entonces contraje una deuda imprescriptible con Fabián. Ayer o antes de ayer, mi admiradísima Rebeca se metió en terrenos pantanosos. Quería escribir una columna sobre la nueva masculinidad que la indocumentada Ada Colau está tratando de prescribir a los varones españoles, o al menos catalanes.

No sé cuando se publicará la columna resultante, pero ayer ella publicó la pieza que hoy les reproduzco, una muestra des costumbrismo o periodístico que para sí hubiese querido Larra y que merece en sí misma una columna. Hela aquí. Gracias por tu talento, Mariana Josefa.

Lo mío con Ada

Llamo al Ayuntamiento de Barcelona porque quiero saberlo TODO sobre el centro de nuevas masculinidades. Lo primero que me dice la grabación es que marque el 1 si quiero ser atendida en castellano. Marco el 1. Al rato, porque todos sus operadores están ocupados, me atiende en catalán una moza. Le digo que buenos días, pero que he marcado el 1 para ser atendida en castellano. Me contesta con una mala baba notable que “pues le atiendo en castellano” y yo, con tono de locutora de radiofórmula le digo “claro, es que es lo que procede”.

Teclea como si matara bichos con los dedos y me dice que tengo que llamar a otro teléfono. Llamo a otro teléfono y lo primero que me dice la grabación es que marque el 1 si quiero ser atendida en castellano. Marco el 1. Al rato, porque todos sus operadores están ocupados, me atiende en catalán una moza. Le digo que buenos días, pero que he marcado el 1 para ser atendida en castellano y que le agradecería que me atendiese en castellano. Me repite en castellano lo que ha dicho antes en el mismo tono exactamente y como yo ya no tengo el coño para farolillos le contesto en catalán que si me puede poner con alguien que me informe sobre todos los detalles referentes al centro de nuevas masculinidades que abrirán en octubre, me contesta en catalán que me va a poner con el departamento de prensa y que si tengo alguna otra duda y le contesto en castellano que ni media duda tengo yo y que muchas gracias por su amabilidad y que si hay alguna encuesta que pueda contestar al terminar mi consulta para dejar constancia del buen servicio. Me han colgado. Estoy marcando de nuevo…