EL MUNDO – 16/02/16
· Iglesias traspasa la ‘línea roja’ del PSOE al exigir una consulta y una reformulación «plurinacional» del país Se arroga una todopoderosa vicepresidencia que dirige el CNI y la lucha contra la corrupción.
Después de dos semanas autoexcluido en el banquillo, Pablo Iglesias salta al campo de juego para intentar recuperar la iniciativa perdida en la investidura. Podemos presentó ayer un extenso documento de casi 100 páginas a Pedro Sánchez en el que desglosa el que, a su juicio, debe ser el programa de Gobierno de la coalición entre PSOE, Podemos y las confluencias, Compromís e IU. En él, se detallan estructuras de gobierno y se destacan las prioridades políticas, entre las que está «la apuesta por desarrollar un Estado plurinacional» que divide por primera vez a España entre «naciones y comunidades», sin citar cuáles son las primeras, y que en la práctica implica ampliar y blindar sus «poderes» de forma desigual.
La consecuencia más evidente de esta «reformulación del modelo territorial» es la «aceptación del derecho a decidir», es decir, la posibilidad de que se celebre un referéndum de autodeterminación en las «naciones» del Estado. Esta potestad podrá ser ejercida no sólo por Cataluña, sino por todos aquellos territorios que con ese estatus privilegiado lo reclamen «con especial intensidad».
Para empezar, Cataluña. Podemos exige al PSOE la convocatoria de un referéndum durante «la primera etapa» de la legislatura con una pregunta «única y clara» y con «todas las garantías democráticas, jurídicas y logísticas» bajo el amparo del artículo 92 de la Constitución. Según se reafirma Podemos, esta consulta es algo «imprescindible» y prioritario para el hipotético Gobierno. Sin embargo, al mismo tiempo supone la defunción de la coalición que Pablo Iglesias desea «de corazón», porque el PSOE ha sido muy rotundo al asegurar que es una línea roja que no piensa traspasar. Es decir, propone un pacto imposible que acerca aún más la repetición de las elecciones.
Consciente del obstáculo, Iglesias presionó ayer a Sánchez instándole a que «reflexione y entienda que las soluciones democráticas son la mejor opción». No obstante, dejó la puerta abierta a «escuchar nuevas propuestas», aunque avisó a la vez de que la suya es «la más sensata».
Más allá del referéndum, la propia concepción «plurinacional» de España como «país de países» entra en colisión con el PSOE. Por ejemplo, en su desarrollo. Iglesias plantea la «modificación» del artículo 2 de la Constitución, es decir, el apartado que habla de «la indisoluble unidad de la Nación española», uno de los elementos sacrosantos para los socialistas. En la propuesta, se reclama establecer «mecanismos de concertación y bilateralidad» acordes a la existencia de otras «naciones».
Por otra parte, Podemos propone inculcar la «plurinacionalidad» a través de las escuelas, llevando a cabo una «revisión» de las asignaturas de «historia y ciencias sociales» para poder «integrar» una concepción que, según explica el documento, supere «la visión homogeneizadora de la historia de España». Asimismo, se apuesta por blindar las «políticas lingüísticas existentes» ya en autonomías como la de Cataluña.
A la vez, la formación de Iglesias plantea, sin entrar en más detalles, que habría que promocionar «elementos simbólicos que faciliten el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado en documentos oficiales».
El programa difundido ayer por Iglesias, que supone la concreción por escrito de la oferta pública que ya había hecho de un pacto de coalición con el PSOE, incide en la creación de un Ministerio de la Plurinacionalidad que desarrolle todo estos elementos anteriormente citados. Entre sus objetivos está «aprobar un nuevo marco competencial» y «un nuevo sistema de financiación». También está la creación de un «nuevo marco de cooperación del Estado con naciones y comunidades que se concrete en un Consejo de Cooperación». Por otra parte, fija que «las naciones y las comunidades políticas» puedan participar en la elección de los miembros del CGPJ y Tribunal Constitucional, así como en la política exterior de España.
Este Ministerio de Plurinacionalidad es una de las 15 carteras que, como consta en la oferta de Podemos, tendría el Ejecutivo de Sánchez. Según reiteró ayer Iglesias, el reparto entre los distintos socios sería «proporcional» al número de votos. Esto significa que el PSOE tendría siete ministerios –más la Presidencia–, Podemos otros siete –junto a la Vicepresidencia– e Izquierda Unida, uno.
En esta estructura de Gobierno que se ha puesto sobre la mesa, destaca sobremanera las atribuciones que reclamó para sí mismo el líder de Podemos en calidad de vicepresidente. Sus competencias son todopoderosas y amplísimas, hasta el punto de que se necesitan siete de las 98 páginas del documento para describirlas y desarrollarlas.
Según se describe, Iglesias monopolizaría la política de comunicación del Gobierno de coalición, teniendo bajo su mando la secretaría de Estado del ramo, así como el control del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) o el Boletín Oficial del Estado (BOE). Pero si algo llamó poderosamente la atención fue que se arrogara bajo su órbita el Centro Nacional de Inteligencia, es decir, los siempre sensibles servicios de información y espionaje. Asimismo crea dos órganos nuevos bajo su poder. Una secretaría de Estado sobre corrupción para dirigir la lucha contra este problema y una oficina sobre Derechos Humanos para España.