EL CORREO 10/06/14
ANDONI UNZALU GARAIGORDOBIL
· La cobardía moral impide combatir los planteamientos de los que antes justificaban la violencia y ahora piden el olvido
Cada vez que oigo frases así: «Hay que respetar todas las ideas», «todas las ideas son legítimas sin violencia» me pongo un poco nervioso, y cuando compruebo que, normalmente, la gente que utiliza estas frases es poco proclive a aceptar y respetar ideas diferentes a las suyas ya me empiezo a enfadar. Y si no, hagan memoria: ¿a que siempre que han oído esta frase es para justificar o defender a la gente de Batasuna o planteamientos nacionalistas radicales? ¿Lo oyeron pronunciar alguna vez para defender a Imanol Larzabal cuando se tuvo que ir a un segundo exilio por el vacío creado por esos que utilizan esa frase? ¿Lo oyeron alguna vez cuando a Oskorri se le boicoteaba en toda Euskadi por ser comunistas españolistas? A que no.
El miedo de tantos años, el chantaje repetido por los grupos violentos tantos años en Euskadi se esconde ahora detrás de esta frase.
Viene todo esto por la polémica causada en torno al anuncio de Coca-Cola. El representante de Coca-Cola aquí, expresó «el respeto absoluto a todo tipo de sensibilidades y libertades de todo el mundo», y a la «forma de pensar» de toda la gente. Yo le propondría que hiciera el siguiente anuncio protagonizado por una chica con pieles de visón, por ejemplo, o, mejor aún, protagonizado por alguna de las familias de gitanos que el alcalde de Sestao no quiere empadronar. Son también ‘toda la gente’, y se supone que también tienen libertades.
El miedo físico, material de otros tiempos se ha convertido ahora en cobardía moral. Durante años el mundo de Batasuna ha chantajeado y amenazado a los que tenían otras ideas, han boicoteado y reventado miles de actos en Euskadi porque no les gustaban las ideas que se defendían en esos actos. Entonces no decían que hay que respetar todas las ideas porque las suyas estaban respaldas por pistolas y gente con pasamontañas. Ahora que sus ideas se han quedado desnudas, sin la violencia que les defienda, dicen que hay que respetar todas las ideas.
Pues no. Todas las ideas no de pueden, ni se deben respetar ni defender. Hay ideas ilegales y difundirlas supone un delito. Defender el racismo no es que esté mal, sino que defender y difundir en público el racismo es delito, igual que defender y difundir el terrorismo. Hay ideas cuya práctica es tan dañina para las libertades de las personas que deben ser ilegales y lo son. Son ideas que no se deben respetar, sino combatir con la ley.
Y cada sociedad tiene sus propias heridas si ha sufrido movimientos totalitarios en su seno. En Alemania es delito decir que no hubo Holocausto. Aunque aquí si le oyéremos a alguien decir eso sólo diríamos que está loco. Nuestra herida es el terrorismo, el apoyo social al terrorismo. Y actitudes soportables en otras democracias que no han vivido el terrorismo, en Euskadi se nos hacen insoportables. Porque nuestra herida sigue sangrando.
Y, luego, hay también pluralidad de ideas, que aunque defendemos que puedan existir e incluso difundirse en público no estamos de acuerdo con ellas, y queremos criticarlas de forma racional, combatirlas en la opinión pública. Así es como se ha ido avanzando en libertad. Permitir la pluralidad de ideas, pero permitir también la critica pública de esas mismas ideas.
Cuando este actor ofendido dice que hay que respetar todas las ideas, ¿por qué no respeta él las ideas de la asociación que protestó, de forma nada violenta por cierto, por su presencia en un vídeo? Durante muchos años las personas que estaban en contra del uso de pieles de animales para la ostentación, han venido protestando de forma reiterada por su presencia en anuncios o actos públicos. Y han ganado la batalla. Hoy ninguna gran empresa se le ocurre hacer un anuncio con mujeres envueltas en pieles, y nuestro representante de CocaCola que respeta todas las ideas, tampoco.
Los contrarios a las pieles protestaban porque les parecía mal hacer ese uso de los animales. La asociación ha protestado porque le parece mal que una persona que no condena la violencia pasada participe en un anuncio. Una asociación que no es santo de mi devoción, por cierto, pero ¿por qué no puede hacerlo?
Dice el actor que él defiende la «resolución del conflicto». Hasta hace bien poco cuando oímos a alguien decir que él quería resolver el conflicto nos echábamos a temblar, porque los que resolvían el conflicto lo hacían a golpe de bombas y de tiros.
Nos da mucha pena este señor, la asociación de actores ha salido en su defensa por el perjuicio causado. ¿Dónde estaban cuando mataron a López de la Calle y amenazaban periodistas y escritores?
Dicen los representantes municipales de Rentería con rara unanimidad (¡cuánto nos va a costar superar el miedo del pasado!) que están preocupados por las negativas consecuencias para futuro profesional del actor. ¿De verdad? ¿De verdad que un actor que trabaja para ‘resolver definitivamente el conflicto’ tiene menos opciones profesionales que otro que lucha contra el olvido y denuncia la violencia terrorista?
No hay que respetar todas las ideas, de hecho hay muchas que me parecen muy poco respetables, lo que hay que hacer es permitir la pluralidad, permitir que otros tengan ideas diferentes a la mía porque sin pluralidad de ideas, simplemente ya no hay ideas, hay pensamiento totalitario.
La violencia soportada en el pasado se está convirtiendo hoy en cobardía moral que nos impide combatir abiertamente los planteamientos que antes justificaban la violencia y ahora piden el olvido. (Pero siguen sin asumir las ideas de otros como vimos en la parodia del otro día en el acto del Rey, o con la oposición feroz a colocar la bandera de España. Franco prohibía la ikurriña, Garitano quiere prohibir la española, ¿curioso no?)
Pedir que se respeten todas la ideas y que haya una reconciliación porque aquí todos hemos sido malos no es la solución.