Riña

Juan Pablo Colmenarejo-ABC

  • El Gobierno de coalición va a empezar el curso político con otra buena lista de rasguños y rencores. Una batalla de supervivencia para ambas partes

Anda el Gobierno de coalición metido en su riña. Entiéndase, no llega a reyerta, pero hay pendencia, contienda, disputa y especialmente tumulto. Sin ruido no hay nueva política. La líder de Podemos y ministra social Belarra, en modo Iglesias. Agitación, con o sin moqueta. Que se cumpla el legado del caído y no concilie el sueño ni el apuntador. Hay dos gobiernos en uno. Agosto acalorado, también entre ministros. Se mandan avisos de protestas callejeras por el recibo de la electricidad. La ministra verde Ribera, se rinde ante Podemos y anuncia una empresa pública para bajar el precio del dichoso kilovatio por arte de magia. Después, lo de siempre, pagará el contribuyente con más impuestos para hacer frente a la deuda contraída por ese nuevo ente salvador que dejará los costes a deber. Al Gobierno se le va la legislatura en sus entretelas. ¿No se hablan? Se escriben cartas para dejar constancia de que la realidad los supera.

Podemos retrata, en un escrito, al ministro del Interior por el método de repatriación de los menores no acompañados, en Ceuta desde mayo, tras la avalancha del Tarajal. Recurre el juez Marlaska al acuerdo con Marruecos de 2007 -no se le puede echar la culpa al Partido Popular- aplicando la expulsión en grupo acordada por el Gobierno Zapatero con el país vecino, al margen del expediente individual previsto en la Ley de Extranjería. Seguro que el ministro de Exteriores, Albares, ha preavisado a Marruecos sobre el lío que una parte del Gobierno de España iba a organizar al Gobierno de España. No tiene la culpa el calor sino el febril estado de riña.

España y Marruecos, con la Unión Europea de testigo, han empezado a arreglar el roto utilizando los cauces de la diplomacia, es decir, de la política que llaman vieja. Se negocia y de pronto, una decisión con consecuencias. ¿Qué estaría pasando si el acuerdo Zapatero-Marruecos lo aplica el PP? El Gobierno de coalición va a empezar el curso político con otra buena lista de rasguños y rencores. Una batalla de supervivencia para ambas partes. Y así desde el primer dia.