EL MUNDO – 06/05/15
· El líder de Ciudadanos aleja la investidura de Susana Díaz tras endurecer sus condiciones.
Un giro inesperado ha tirado el castillo de naipes de la investidura de Susana Díaz. Tal y como estaba previsto ayer, los 62 diputados del PP, Ciudadanos, Podemos e IU votaron en contra de su proclamación frente a los 47 socialistas. Eso estaba en el guión. La sorpresa vino de la mano de Ciudadanos y por partida doble. Al complaciente discurso ofrecido en la tribuna del Parlamento por Juan Marín se sumaron unas inesperadas declaraciones de Albert Rivera que tiraban por tierra el cronograma previsto por la candidata socialista: investidura el jueves con la abstención de Podemos y Ciudadanos, toma de posesión el sábado y nuevo gobierno el lunes.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, rompió el discurso de su portavoz en Andalucía y le obligó a rectificar nada más poner un pie fuera del pleno. En declaraciones a los periodistas, Juan Marín acató así las nuevas directrices dictadas desde Barcelona: su partido votará ‘no’ a la investidura en segunda votación, ahora convocada el viernes, si el PSOE no firma por escrito y con «garantías» de cumplimiento un pacto anticorrupción y un paquete de medidas económicas y sociales. La fecha de ese acuerdo, que se había anunciado para hoy, es ahora una incógnita.
Además, Albert Rivera recuperó la dimisión de Manuel Chaves como exigencia para apoyar a Díaz, a pesar de que su partido había dado por bueno su anuncio de no repetir en las listas de las generales. «Chaves, en lugar de llamarnos chantajistas, debería reflexionar si no está impidiendo el comienzo de la legislatura con su personalismo». «De momento sólo hemos oído palabras. Queremos hechos y contratos», advirtió Rivera.
Ese cambio de actitud, propiciado por el malestar de los candidatos municipales y autonómicos por el principio de acuerdo con el PSOE-A en plena campaña electoral, se producía después del duro alegato de Podemos contra las políticas socialistas de los últimos 33 años en Andalucía. La negativa de Podemos a abstenerse compromete la postura de Ciudadanos, ya que su abstención sola no permite la investidura. Tendría que votar sí o seguir el ejemplo del partido de Pablo Iglesias y dar un paso atrás.
Su portavoz, Teresa Rodríguez, hizo un fresco y emocionante discurso poniendo cara al drama de los desahucios. Llevó como invitadas a María Luisa y María Montaña, una mujer desahuciada y otra en riesgo de serlo por avalar la hipoteca de su hijo. Relató sus historias para pedir a Susana Díaz que la Junta rompa relaciones con los bancos que las han «estafado», La Caixa y Caixanova, una de las condiciones de Podemos para apoyar la investidura.
También se preguntó por qué el PSOE no publica la lista de altos cargos y directivos de la Administración paralela de la Junta, y enumeró las obstrucciones del Gobierno de Díaz a la Justicia para explicar su desconfianza sobre las promesas de transparencia y lucha contra la corrupción del PSOE.
«Entenderá que nos cueste creerla. Queremos hechos constatables, no palabras, gestos hacia los andaluces, no para Podemos. A María Montaña y a María Luisa no les solucionan nada las palabras. Y nadie protesta por gusto, se lo aseguro», explicó.
Teresa Rodríguez igualó al PSOE y al PP en la responsabilidad del «desastre de esta crisis» y pidió tiempo para elegir a sus senadores autonómicos por un proceso de primarias.
Por su parte, el coordinador de IU, Antonio Maíllo, se enzarzó en un cruce de reproches y acusaciones con la candidata socialista, evidenciando la enemistad de los antiguos socios de gobierno. «Entenderá que no le creamos ni una palabra de lo que ha dicho aquí». «Quien no la conozca, que la compre», espetó Maíllo. «Usted ha caído en la manipulación y la falsedad. Me voy a ahorrar mi opinión sobre usted», le respondió Díaz.
Cerró la sesión el PP, que hasta el momento se ha mantenido al margen de la negociación de la investidura. «No se puede conversar con un muro», aseguró su presidente regional, Juan Manuel Moreno, que garantizó que su partido no tenderá «una alfombra roja» a Díaz para que esconda debajo la de corrupción. «Queremos que se recupere hasta el último céntimo defraudado», avisó.
EL MUNDO – 06/05/15