ABC 28/01/16
· Girauta espera que si los acuerdos están cerca, llegado el caso, «nadie sea un obstáculo»
El pacto no es por Rajoy Rivera señaló que el acuerdo que quiere alcanzar no es necesariamente un pacto «para un gobierno de Rajoy»
Ciudadanos incrementó ayer de manera clara su presión para forzar que Mariano Rajoy decida dar un paso atrás. Su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, salió de la reunión del grupo parlamentario y compareció ante los medios para lanzar un discurso que podría simplificarse así: con el PP lo que haga falta pero con Rajoy poco o nada.
El partido mantiene su estrategia de no pedir expresamente que Rajoy debe dar un paso atrás como condición para alcanzar cualquier acuerdo, pero ayer quedó más clara que nunca la estrategia de remover las conciencias de Génova para que termine por ser el Partido Popular quien se vea obligado al relevo. Girauta combinó duras críticas a Rajoy con un tono amable hacia lo que el PP representa. Girauta aseguró que el presidente «no ha sido diligente. Ha sido negligente y no ha cumplido con su obligación de mantener su casa limpia», a la vez que dejaba claro que «ni los militantes del PP ni la mayoría del partido son responsables». El número dos de Rivera en el Congreso ha insistido en que Rajoy «no es el más indicado para abanderar la lucha contra la corrupción», pero que eso no implica que no se pueda hablar con el PP porque no hacerlo sería «negar la voz y la interlocución a los representantes de más de siete millones de votantes».
La «operación Taula» se convierte así en una dificultad añadida para la negociación, como reconoció el propio Rivera a primera hora de la mañana cuando señaló que será «muy complicado que Rajoy pueda abanderar la lucha contra la corrupción cuando no ha sabido controlar la de su partido». Inclusó quiso dejar claro que el acuerdo que su partido está dispuesto a alcanzar no es «el pacto para un Gobierno de Rajoy» sino una negociación entre PP, PSOE y Ciudadanos.
Un problema del PP
Rivera avaló todas las palabras de su portavoz, ya que al salir de la reunión del grupo no quiso hacer más declaraciones y se limitó a la comparecencia de su portavoz. Si lo que buscaba Ciudadanos ayer era contundencia, como reconocían algunos diputados, ni siquiera la elección del portavoz fue casual. Una rueda de prensa inicialmente prevista para José Manuel Villegas, vicesecretario general del partido, pero con un estilo mucho más pausado al de Girauta, que salió a escena con el argumentario bien aprendido. «El señor Rajoy es un señor que no puede abanderar la lucha contra la corrupción», señaló Girauta, que recordó que su partido quiere formar grupos de trabajo paralelos con PP y PSOE para trazar unas líneas básicas de reformas. El portavoz de la formación centrista señaló que solo al final de esos trabajos se hablará de nombres, siendo claramente elocuente al afirmar que llegado a ese punto nadie se convierta en un obstáculo. «Una vez que se constate que los tres partidos nacionales tienen muchos puntos en común, y sea una evidencia que se puede enseñar en una hoja de ruta, y solo falte quién la ejecute, lo único que pedimos es que nadie ponga obstáculos», señaló.
Girauta negó en todo momento que su partido vaya a pedir la cabeza de Rajoy como condición para un acuerdo, y trasladó esa responsabilidad a la formación conservadora: «El PP es un partido lo bastante maduro como para saber lo que tiene que hacer y resolver su propios problemas. Estoy convencido de que entre la muchísima gente formada y honrada que están ocupando cargos de responsabilidad en el PP hay una percepción similar a la que yo le digo». Una estrategia que pretende situar la pelota en el tejado de Génova.
Tras la comparecencia, varios diputados de la formación consultados por ABC, y preguntados por lo crítico del discurso de Rajoy y lo evidente de la estrategia», se limitaban a decir que «era lo que parecía» y que el último caso de corrupción en Valencia «evidencia que toda una época en el PP está en cuestión».