ABC – 23/07/16
· El presidente en funciones ha pedido todas las fechas posibles de agosto para ajustar el debate de investidura.
· El líder del PP mantiene contactos «intensos y discretos» y ha empezado a preparar su discurso de candidato.
· Más del doble de votos: El líder de C’s cree que el número uno del PP no es el «adecuado», aunque tuvo 5 millones de votos más que él
· S. Santamaría: «El 26-J fue un test de claridad. Hay que respetar la voluntad de los ciudadanos»
Albert Rivera llegará el jueves a la audiencia con el Rey –dentro de la ronda de consultas para formar gobierno– con varios mensajes. Primero, que Rajoy «no es la persona adecuada para encabezar una nueva época en España» ni combatir la corrupción. Segundo, que no puede haber nuevas elecciones generales. Tercero, pedirá al Monarca, «desde el máximo respeto y confianza», que ayude a convencer al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para que se abstenga en la investidura de Mariano Rajoy.
Rivera no solo mantiene el veto al cabeza de cartel del PP, que el 26 de junio obtuvo casi cinco millones de votos más que Ciudadanos, y cuatro veces más diputados que la formación naranja. Además, considera que la única posibilidad o alternativa para formar Gobierno es que lo haga Rajoy en minoría, con la única fuerza de sus 137 diputados y sin ningún otro apoyo parlamentario. La única fórmula factible que ve el líder de Ciudadanos, explicó ayer el vicesecretario general de esta formación, José Manuel Villegas, es convencer al PSOE de que se abstenga en la investidura.
«Compromisos» de Rivera
El plan para el jueves a las 10.30 horas –cuando está fijado su encuentro con Don Felipe en La Zarzuela– es transmitirle los «dos compromisos» que Rivera ha adquirido con los electores: decirle que desde su punto de vista Rajoy no es la persona adecuada para la nueva etapa política y dejar claro que no se pueden plantear unas terceras elecciones. Su contribución a la gobernabilidad será, en este escenario, haber cambiado el «no» a Rajoy que comprometió en campaña por una «abstención técnica en la segunda votación», por «responsabilidad» ante los españoles.
Desde el PP, la reiteración del veto de Rivera a Rajoy no supone una sorpresa, aunque no dejan de considerar que son solo «excusas que utiliza el líder de Ciudadanos para no comprometerse con los populares». Lo achacan, en parte, a la necesidad de «reubicarse» ideológicamente después de una campaña electoral en la que cargaron con fuerza contra el líder popular.
En el Gobierno relativizan mucho las declaraciones sobre un posible veto a Rajoy, ya que, como recordó la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en pocas semanas se ha escuchado «una cosa y la contraria» entre dirigentes del mismo partido político. «Las elecciones del 26 de
junio han sido un test de claridad. El único partido que ha ganado en escaños ha sido el PP con Rajoy, y cuando los ciudadanos hablan hay que respetar su voluntad democrática», señaló.
Nadie dijo que fuera una tarea fácil, y desde luego en La Moncloa están sudando para lograr un acercamiento al partido de Rivera. Como informó ABC, Rajoy está manteniendo contactos «discretos» y va a hacer «todo lo que esté en sus manos» para negociar con Ciudadanos. El líder del PP, explicó la vicepresidenta, está llevando a cabo una actividad «intensa y discreta». Fuentes de su entorno explican que el presidente en funciones conserva un optimismo razonable, porque está convencido de que, al final y aunque sea en el último minuto, cada uno asumirá la responsabilidad que le corresponde. Y lo que une a todos es su rechazo frontal a unas terceras elecciones generales.
Desde el Gobierno y el PP se está insistiendo en que si no se logra la investidura de Rajoy, por falta de apoyos, Ciudadanos estará propiciando un pacto entre el PSOE y Podemos, con la ayuda de los independentistas. En La Moncloa quedan pocas dudas a estas alturas de que Sánchez e Iglesias lo intentarían llegado el momento. Y esa, insisten entre los populares, sería la «responsabilidad» de Ciudadanos. En La Moncloa se están preparando para una negociación larga, intensa y muy espinosa. Fuentes de Presidencia explicaron que Rajoy está llevando personalmente las conversaciones y está dando muy pocas pistas, pero de momento ha pedido todas las fechas posibles del mes de agosto para la celebración del debate de investidura y calibrar hasta dónde se puede llegar.
El calendario
Los populares creían que la fecha «ideal» para la investidura sería el 2 de agosto, para que Rajoy fuera elegido presidente el día 5. En ese escenario «utópico» para el PP, tendrían todo agosto por delante para las tareas urgentes, como la aprobación del techo de gasto, la senda del déficit y la elaboración del proyecto de ley de los Presupuestos de 2017. Estos se tienen que presentar en el Congreso antes del 30 de septiembre, para su tramitación, y pasada esa fecha, los actuales quedarían prorrogados automáticamente.
Pero Rajoy y su equipo son conscientes de que esa fecha «ideal» va muy ajustada, por la dificultad de alcanzar un acuerdo con Ciudadanos, y también con el PSOE, antes de esos días. Por eso están sopesando tener más tiempo para alcanzar el acuerdo.
«No voy a elucubrar con las fechas de investidura, porque no me corresponde a mí», dijo Sáenz de Santamaría, quien señaló que el Gobierno hará los máximos esfuerzos para «recuperar la normalidad» cuando se produzca la investidura. «El calendario se acomoda a los plazos», comentó. La vicepresidenta insistió en que la oferta programática y de acuerdo de investidura de Rajoy se ha dirigido exclusivamente a los «partidos constitucionalistas», y no a los nacionalistas. Mientras tanto, Rajoy está preparando ya el discurso de investidura que pronunciará en el Congreso si es candidato, y está actualizando las «fichas» de los datos de los ministerios para armar su intervención.
ABC – 23/07/16