EL MUNDO – 07/08/15
· Dirigentes de la coalición se contradicen sobre si apoyarían su investidura como ‘president’.
Raül Romeva ha desestabilizado la candidatura de Catalunya Sí que es Pot desde su nombramiento. El número uno de la lista pactada por Mas y Junqueras era uno de los hombres fuertes de ICV, partido que ahora concurre a las elecciones catalanas con Podemos. Eurodiputado durante 10 años, Romeva estaba destinado a convertirse en el relevo natural de Joan Herrera en la formación ecosocialista. Una trayectoria que él mismo varió cuando dejó ICV por no suscribir la independencia y aceptó ser el candidatode Junts pel Sí de cara al 27-S.
Este cambio de filas pilló por sorpresa a ICV, en plenas negociaciones con el partido de Pablo Iglesias para concurrir juntos a los comicios catalanes. «Ha cambiado de equipo», llegó a decir la coordinadora de los ecosocialistas, Dolors Camats, nada más conocer la noticia.
Ahora, el liderazgo de Romeva en Junts pel Sí ha vuelto a desestabilizar a Catalunya Sí que es Pot. Su candidato a la Presidencia de la Generalitat, el activista Lluís Rabell, aseguró ayer por la mañana que no descartaba hacer presidente de la Generalitat a Raül Romeva en el caso de que Artur Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras, dieran un paso atrás.
Unas palabras que chocaron con las de la coordinadora ecosocialista, Dolors Camats, quien contradijo sin saberlo al propio Rabell en una entrevista en TV3 a la misma hora: «Los votos de Catalunya Sí que es Pot serán para que Rabell sea presidente. Los de Junts pel Sí serán para que Mas sea presidente. Eso es lo que estaremos escogiendo. ¿A quién votará Raül Romeva?».
No sólo eso. Camatstambién aprovechó para decir que las políticas sociales que defendía Romeva cuando era miembro de ICV «están en las antípodas de lo que hoy representa Junts pel Sí o la candidatura de Mas».
Una arenga que sacó a relucir la división interna de Catalunya Sí que es Pot en torno al independentismo y al líder de los soberanistas, Raül Romeva. Con la polémica servida, el propio Rabell rectificó en Twitter a las pocas horas: «Catalunya Sí que es Pot descarta totalmente hacer presidente a Mas ni a ningún otro miembro de la lista que le está dando cobertura. ¡Gobierno de la Cataluña social!», escribió en su perfil.
Un claro paso atrás de Lluís Rabell, un candidato que salta ahora del mundo del activismo social a la política con el horizonte del 27-S a la vuelta de la esquina. Con su nombramiento, Catalunya Sí que es Pot busca repetir la fórmula ganadora de Ada Colau en Barcelona. Una tarea difícil ya que Rabell no tiene la solvencia mediática de la alcaldesa de la capital catalana, altavoz del movimiento Sí Se Puede, cara visible de la lucha contra los desahucios desde hace años y habitual en los medios de comunicación representando a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). De hecho, antes de decantarse por Rabell, la coalición de izquierdas había ofrecido el número uno de la candidatura a otros personajes más populares, entre ellos el también activista Arcadi Oliveres, quien rechazó tomar el mando de la coalición.
Además de la inexperiencia de Lluís Rabell en los medios y en la política, Catalunya Sí que es Pot también debe lidiar con las diferencias internas en torno al derecho a decidir y al soberanismo. Los tres partidos que la integran –Podemos, Iniciativa y EUiA– están a favor de consultar a los catalanes sobre la relación territorial que quieren tener con el resto de España. Sin embargo, las aristas están en la respuesta: Podemos no es partidario de la secesión, mientras que ICV-EUiA no han aclarado públicamente su postura pese a desmarcarse de la hoja de ruta soberanista que suscribieron en su día junto a Mas, Junqueras y las entidades civiles.
Tanto es así que la propia coordinadora ecosocialista, Dolors Camats, ha asegurado en más de una ocasión que ella votó a favor de la independencia en la consulta del Govern del 9-N, igual que el líder de Catalunya Sí que es Pot. «Me lo pedía el cuerpo», aseguró Rabell, quien defiende una Constitución propia y un referéndum que incluye el federalismo y el independentismo.