El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, emplazó ayer a Bildu a que «demuestre desde las instituciones» que ha roto totalmente con la violencia y a que «convenza a los que no les creímos de que su desvinculación es total».
En el Pleno del Senado, Rubalcaba destacó que él no está «de acuerdo» con que Bildu haya podido presentarse, pero que respeta «las decisiones judiciales», en referencia a la resolución del Tribunal Constitucional, que consideró que la coalición que forman EA, Alternatiba e independientes abertzales es legal. Además, el ministro resaltó que también respeta «a los que les han votado» en las pasadas elecciones municipales.
El ministro daba con estas palabras la primera valoración oficial del Ejecutivo tras la irrupción de la lista abertzale en los municipios y las diputaciones vascas. Y lo hizo respondiendo a una pregunta del senador del PP Luis Peral, que le pidió una valoración de la entrada de Bildu «a pesar de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han demostrado su vinculación con ETA».
Rubalcaba subrayó que han votado a Bildu «cientos de miles de personas» y aseguró que «la mayoría de ellos ha creído a Bildu en su afán por desvincularse de la banda».
El titular de Interior sí confirmó que el Gobierno «va a continuar la misma política antiterrorista hasta el fin de ETA» y volvió a asegurar que «estamos recorriendo los últimos metros del camino que acabará con el terrorismo».
El ministro fue muy duro con el senador, le acusó de «traspasar una línea roja», de poner en peligro «la unidad contra el terrorismo» y de «debilitar a los demócratas». «Ha cometido un error garrafal», le espetó, «porque esto en la lucha contra ETA nos debilita política y moralmente».
Luis Peral, sin embargo, no trató en ningún momento de polemizar con la lucha antiterrorista. Incluso formuló su pregunta usando un único turno de palabra para no hacer más bronco el debate. Eso sí, el senador popular exigió al ministro que realice «un seguimiento especial» de los nuevos cargos electos para utilizar «las posibilidades de expulsarles de las instituciones» que están previstas en la modificación de la Ley Electoral que pactaron PSOE y PP.
«Estoy seguro de que a pesar de los éxitos de su Ministerio en la lucha contra ETA, usted lamentará en el futuro haber formado parte de un Gobierno que no hizo todo lo que estaba en su mano para impedir la vuelta de ETA-Batasuna a las instituciones», remachó.
Peral también le recordó el «chantaje nacionalista que pesó sobre el acuerdo de colaboración parlamentaria» del PNV con el Gobierno y el PSOE y le preguntó si «cabe mayor prueba de que el PNV sabía que el PSOE podía influir sobre algunos de los miembros del Constitucional» designados por los socialistas.
Rubalcaba rechazó esas acusaciones y preguntó al PP qué habría dicho Bildu si la resolución del TC hubiera sido la contraria: «Habrían dicho que el PSOE y el PP habíamos influido en la resolución». «Pero precisamente lo que nos separa de ellos», concluyó, «es nuestro respeto al Estado de Derecho».
EL MUNDO, 25/5/2011