EL MUNDO 12/06/14
· El ‘president’ defiende que «el debate no es Monarquía o República, sino la eficiencia»
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió anoche en Barcelona en presencia del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de que «en política, como en la vida, se recoge lo que se siembra». La número dos del Ejecutivo aprovechó el primer encuentro formal en meses entre miembros de la Generalitat y del Gobierno para criticar el proceso soberanista que encabeza Mas, asegurando que éste únicamente genera «incertidumbre» en plena «recuperación económica». El jefe del Ejecutivo catalán, por su parte, defendió su apuesta por la independencia respondiendo durante su discurso que el «debate no es si República o Monarquía, o si los Estados pequeños son más viables que los mayores», sino «la eficiencia del Estado» y la calidad democrática.
El encuentro entre ambos políticos se fraguó anoche durante el acto de celebración del 28º aniversario del diario Expansión, al que acudieron algunos de los principales empresarios del país. Fue ante ellos y ante el propio president ante quienes Sáenz de Santamaría defendió que Cataluña es un «activo de España, pero sobre todo dentro de nuestro país». La vicepresidenta, que llegó con retraso por una tormenta que afectó a su vuelo, dibujó un paralelismo con la meteorología para avisar al presidente de la Generalitat de que el Gobierno «seguirá dominando las tormentas con templanza».
En su turno de palabra, Mas insistió, en todo caso, en su tesis de que su Govern «ha tendido la mano muchas veces sin nadie que correspondiera». Además, recogió el testigo lanzado por la vicepresidenta sobre la «unidad», aunque la interpretó como «la unidad bajo el paraguas europeo».
El Gobierno y la Generalitat se encontraron así por primera vez cara a cara tras acumular meses de desencuentros y alejamiento. Un encuentro que se celebró, además, pocas horas después de que CiU elevara la temperatura del enfrentamiento al abstenerse en la votación sobre la Ley de Abdicación aprobada en el Congreso de los Diputados.
La cita en la capital catalana junto a algunos de los empresarios españoles más importantes sirvió, en todo caso, para que Mas volviera a compartir fotografía en un acto junto a un miembro del Gobierno. La esperada imagen de la jornada, con el president y la vicepresidenta posando juntos en el photocall de la Llotja de Barcelona antes de compartir mesa en la cena, fue sin embargo imposible por el retraso del vuelo de Sáenz de Santamaría, que llegó finalmente flanqueada por la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna.
La imagen de la noche, captada por decenas de cámaras, se limitó a un breve encaje de manos y a un escueto intercambio de palabras observado de cerca por el resto de comensales. Mucho, en cualquier caso, en comparación con el último acto en el que se había programado la asistencia de los dos dirigentes, en 2013. En aquella ocasión, el presidente de la Generalitat directamente rechazó acudir a última hora argumentando razones de protocolo, ya que estaba previsto que Sáenz de Santamaría cerrara el acto al estar ejerciendo como presidenta en funciones.
Mas y Sáenz de Santamaría compartieron ayer mantel con Florentino Pérez (ACS); Antoni Zabalza (Ercros); Isidre Fainé (La Caixa); Joan Rosell (CEOE); Salvador Alemany (Abertis); José Manuel Entrecanales (Acciona); Borja Prado (Endesa); Javier Monzón (Indra); Salvador Gabarró (Gas Natural) y el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, entre otros. Éste hizo un llamamiento durante su discurso a evitar la ruptura» y el «choque de trenes» que considera se han puesto en marcha con el proceso soberanista en Cataluña, con el peligro de poner «en riesgo una historia de éxito» en la relación entre Cataluña y el resto de España.
Al acto también acudió el director de EL MUNDO, Casimiro García-Abadillo, y la directora de Expansión, Ana I. Pereda. También acudió el ex presidente de la Generalitat José Montilla. Este último fue uno de los pocos rostros del PSC –junto al del ex alcalde de Barcelona Jordi Hereu– que acudieron al acto horas después de que Pere Navarro anunciara su dimisión como primer secretario del partido.
Ante Felipe VI, «‘wait and see’»
El ‘president’ de la Generalitat, Artur Mas, quiso ayer mostrar una calculada indiferencia con respecto a la sucesión en la Corona. «‘Wait and see’», esperar y ver qué pasa, replicó a la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, cuando ésta le preguntó en la sesión de control en el Parlament cómo afronta la nueva situación.
A preguntas de ICV-EUiA, el ‘president’ se extendió más en sus explicaciones: «Tenemos el 9 de noviembre una consulta en Cataluña. No sabemos cuáles serán las mayorías. Imaginemos que existe una mayoría por el Estado propio. ¿Qué sentido tendría que ahora nos pongamos a opinar sobre cómo se organiza el Estado español?»
Mas dejó claro que los motivos que le mueven a asistir a la proclamación de Felipe VI como monarca son más bien utilitarios. «Es importante que haya una buena vecindad», respondió a preguntas de David Fernàndez, diputado de la CUP.
El presidente de la Generalitat explicó de nuevo que acortará su viaje a Estados Unidos para estar en Madrid la semana que viene por «respeto institucional», aunque subrayó las diferencias que en su opinión existen entre el «derecho a decidir» entre Cataluña y el conjunto de España. «¿Derecho a decidir del pueblo español? De acuerdo. Pero se lo deben ganar como nosotros nos hemos ganado el nuestro. No cae del cielo. Aquí la sociedad se ha movilizado y ha votado en este sentido», apuntó Mas.
Mientras en el Congreso se debatía la Ley de Abdicación del Rey, la sesión de control tampoco fue ajena a la tensión. Los servicios del Parlament desalojaron a dos personas que desde el público pidieron a gritos un referéndum entre Monarquía o república.