Isabel San Sebastián-ABC

  • Se equivocan Feijóo, Abascal y Arrimadas rescatando a Sánchez del fango y más se equivocarán si pactan la renovación del CGPJ

Se equivoca la oposición regalando sus votos al Gobierno para sacar adelante la Ley de Seguridad Nacional. No entro en la motivación de ese respaldo, seguramente inspirado en altos valores patrióticos, sino en sus consecuencias prácticas. Y el hecho es que PP, Vox y Ciudadanos acaban de rescatar una vez más a Pedro Sánchez de un fracaso susceptible de acortar la legislatura. O sea, han proporcionado un balón de oxígeno a un presidente traidor, que apela a la responsabilidad de esos partidos en nombre del bien superior contemplado en dicho texto, mientras no duda en descabezar al CNI con el único fin de contentar a unos golpistas.Sánchez no es quien para hablar de lealtad y mucho menos de España,

toda vez que desconoce el significado de la primera palabra y no vacila en perjudicar los intereses de nuestra nación con tal de mantenerse en la poltrona. Está hincado de hinojos ante los sediciosos catalanes y los herederos de ETA, cede sistemáticamente a sus chantajes y sacrifica incluso lo más sagrado, como la comisión de secretos oficiales o los servicios de inteligencia, a fin de satisfacer sus exigencias. En un momento de máxima tensión internacional, comparte el Ejecutivo con Podemos, formación enemiga de la OTAN, que ha condenado abiertamente la celebración de la cumbre prevista a finales de junio en Madrid y, fiel al amo del Kremlin, se opone en el Congreso a cualquier medida destinada a reducir nuestra dependencia del gas ruso.

Sánchez paga el peaje debido a sus socios con nuestra soberanía, nuestro dinero y nuestro prestigio, pero cuando ni siquiera pagando logra obtener el aval de los despojos que componen Frankenstein, entonces aplica la ‘geometría variable’ y acepta gustoso el apoyo de aquellos a quienes acaba de llamar «mangantes», «desgracia para la democracia», «ultraderecha» o «fascistas de mierda», en este caso por boca de su ministra de Igualdad. Y lo peor es que sale airoso del trance.

Se equivoca Feijóo, se equivoca Abascal y se equivoca Arrimadas. Apuesto a que ninguno de sus votantes entiende que hayan dado su ‘sí’ a la tramitación de un proyecto de ley reprobado por el propio Consejo de Estado, en virtud de su carácter lesivo para determinados derechos individuales. ¿Por qué brindar entonces semejante victoria a Sánchez? ¿Por qué no dejarle hundirse en el fango que él mismo escogió? ¿Por qué no contribuir a subrayar su soledad, su impotencia, su dependencia vergonzante de cuantos grupos parlamentarios aborrecen la libertad, reniegan de la Constitución y tienen por razón de ser la destrucción de nuestro país?

Se ha equivocado la oposición sacando a Sánchez de este aprieto y más se equivocará su líder si pacta la renovación del CGPJ, entregándole en bandeja de plata a los jueces, último poder que se le resiste.