ABC – 20/02/16
· Acepta la reunión convocada por IU, aunque consultará a los militantes del PSOE un pacto solo con C’s y Coalición Canaria que no suma mayoría.
· Pedro Sánchez ya ha interiorizado que el acuerdo con Podemos es muy difícil y, en consecuencia, su investidura como presidente del Gobierno en esta primera tentativa está abocada al fracaso. Pero quiere aparecer ante la opinión pública como el único que lo ha intentado; que se vea que son el PP, y en última instancia, la formación morada, los que ponen palos en las ruedas de la «gobernabilidad».
Sánchez pretende acudir al Pleno del Congreso del 2 de marzo con un acuerdo cerrado entre PSOE (90 diputados), Ciudadanos (40), Coalición Canaria (1) y PNV (6), más la abstención de los 17 diputados de ERC y DiL, con la que dice no contar oficialmente pero que también suma a su favor. Ese escenario le permitirá, primero, salvar la cara ante su militancia –los 190.000 afiliados socialistas están llamados a votar este jueves y viernes telemáticamente, o sábado 2 7 en urna– y, segundo, ahormar una base de acuerdo que le permita volver a intentarlo.
El líder socialista no quiere ser visualizado en ningún frente del no y por eso, pese a los desplantes y «humillaciones» que el PSOE reprocha a Pablo Iglesias, mantiene formalmente abierta la puerta a la formación morada. De hecho, ayer contestó afirmativamente a la reunión «a cuatro» PSOE, Podemos, IU y Compromis que le propuso Alberto Garzón. Esa cita para la «coalición de izquierdas» a cuatro se da de bruces con la estrategia de gobierno «reformista» con C’s, pero esto es política y trata en última instancia de lograr un relato favorable a sus intereses; dicho de otra manera, que sean Podemos –y eventualmente Compromis e IU, con los que ya tenía bastante avanzado un acuerdo pero que reniegan de Ciudadanos–.
Todo con tal de mantener la iniciativa del presidenciable. Porque lo peor para Pedro Sánchez sería llegar este martes o miércoles a las agrupaciones socialistas –Ferraz va a hacer campaña– sin un mínimo acuerdo; constituiría una señal de derrota por anticipado. Y el que está más a mano es el que Rivera y C’s pueden proporcionarle.
Ejecutiva de C’s en domingo
Ciudadanos ha convocado reunión de su ejecutiva para mañana, domingo, y en medios socialistas se espera que sea para dar el sí de sus 40 diputados a la investidura; a pesar de que el secretario general del Grupo parlamentario, Miguel Gutíerrez, recordaba ayer que sin el apoyo de PP o Podemos, de poco le vale a Sánchez el suyo. Lo mismo que ocurre con Coalición Canaria. Pero Sánchez puede salir de este fin de semana con 131 diputados a favor. Una cifra que tiene importancia en su estrategia porque obligaría a Podemos a retratarse votándole en contra. Si se somete a la investidura solo con los 90 parlamentarios del PSOE a su favor, la responsabilidad de Pablo Iglesias quedaría difuminada.
Y es que ambas formaciones siguen jugando al ratón y al gato. Se van a ver en esa reunión «a cuatro», pero los socialistas todavía no han remitido a Podemos la respuesta al documento «Un país para la gente», de 98 páginas, que los de Iglesias presentaron el lunes. En los ámbitos socialistas se da por segura la coincidencia en aspectos como la ley de Emergencia Social o la necesidad de flexibilizar el cumplimiento del déficit, pero hay otros que les espantan; particularmente, la «obsesión» por el poder que demuestran Iglesias y los suyos, dedicando, por ejemplo, siete páginas a desarrollar las funciones de la Vicepresidencia –frente a solo página y media para educación–. Una obsesión que les llevó a poner negro sobre blanco la necesidad de «compromiso con el cambio» de los cargos institucionales; algo de lo que ya se han retractado por la presión de jueces y fiscales.
Solo pacto «de investidura»
Resulta muy sintomático del pavor socialista a compartir el Consejo de Ministros «a cuatro», el hecho de que Pedro Sánchez aclara a Garzón que acepta sentarse con Podemos, Compromis e IU solo «de cara a pactar un programa para la investidura»; nada de «gobierno de coalición» como exige Iglesias, con un reparto «proporcional» de los ministerios entre los cuatro.
Sánchez, que ha desarrollado una buena relación en estas semanas de negociación con Alberto Garzón, acaba la misiva con un llamativo «¡un abrazo!» de su puño y letra, que contrasta con las pullas que lanza a Iglesias, a quien ve, sin citarle, propiciando que el clima de «interinidad» se prolongue hasta mayo con el objetivo de que haya repetición de elecciones. Ayer, todos los dirigentes socialistas se centraron en la «pillada» de una cámara de TV al presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, diciendo en Bruselas al primer ministro británico, David Cameron, que lo más probable es que en España vuelva a haber comicios el 26 de junio.
Al PSOE le gustaría mantener en el acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria a IU y a Compromis, pero las señales que dan ambas formaciones es que saldrán de un acuerdo en el que no esté Podemos.
ABC – 20/02/16