El presidente pide «unidad» al PP y a Vox y les anima a que apoyen los futuros presupuestos que presentará el Gobierno.
Pedro Sánchez acudió este miércoles al Congreso de los Diputados para rendir cuentas sobre la ejecución de un precepto constitucional excepcional: el estado de alarma. El presidente del Gobierno llegó a un Parlamento prácticamente vacío arropado únicamente por los cuatro ministros que desde la medianoche del sábado aglutinan todos los poderes del Estado para hacer frente a la pandemia: la ministra de Defensa, Margarita Robles; el del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el de Sanidad, Salvador Illa y el de Transportes, José Luis Ábalos.
El mensaje que trasladó a la Cámara fue rotundo: «Será unidos como venceremos al virus. Tenemos que estar unidos para reforzar nuestra sociedad, no dividirla. Este es el denominador común». La oposición en bloque cerró filas en torno al Gobierno, pero advirtió a Sánchez de que llegarán los tiempos en los que se exijan responsabilidades por la falta de reflejos para valorar los efectos devastadores de la llegada del coronavirus en España. Tras escuchar su petición de cierre de filas, miembros de la oposición se quejan del «cinismo» del presidente del Gobierno, que «dice una cosa en la tribuna y otra en privado: únicamente nos informa de los pasos que va a dar, sin tenernos en cuenta para tomar ninguna decisión y sin incorporar ninguna de nuestras sugerencias».
«Arrimar el hombro»
Casado se presentó ante el Parlamento como un hombre de Estado y puso a disposición de Sánchez los votos del Partido Popular para sacar adelante todas las medidas que sean necesarias para combatir al virus. El jefe de la oposición habló de respaldar al Ejecutivo «para proteger la salud pública y para atenuar las repercusiones económicas y sociales. Ahora debemos arrimar todos el hombro y remar en la misma dirección».
Mientras Casado hablaba, el presidente del Gobierno optó por distraerse entre sus apuntes durante los treinta minutos que duró la intervención del jefe de la oposición. «Ni le ha dirigido la mirada en el Congreso«, reconocía alguno de los pocos parlamentarios que estuvieron presentes en este pleno. Tampoco hubo conversación entre los ambos líderes al finalizar la sesión.
Sánchez pidió al presidente del PP que siga «compartiendo con el Gobierno propuestas, iniciativas y proyectos. Las estudiaremos, las valoraremos y, si consideramos que son acertadas para el momento político que vivimos, no tendremos ningún empacho para poder incorporarlas«, continuó. De momento, el PP no ha obtenido respuesta al plan de choque económico que puso encima de la mesa para paliar la crisis social que viene acompañada de la crisis sanitaria.
El presidente del Gobierno dijo que asumía «en primera persona» el llamamiento a la unidad política, aunque sus rivales políticos insisten en que en la práctica no la ejerce. A Espinosa de los Monteros le afeó que le señale con el dedo en busca de responsabilidades. «Le diría que, en vez de buscar culpable, trabaje con nosotros para descubrir qué ha fallado en nuestro conocimiento científico. Usted, a toro pasado, cree que hace unas semanas sabía lo que ahora sabe».
«Aprender»
Sánchez pidió a todos «aprender de lo que no ha funcionado y de lo que funciona» porque el futuro aún se antoja incierto: «Por desgracia tenemos que actuar sin saber las cosas que sabremos dentro de un mes y que, entonces, nos parecerán de sentido común».
Minutos antes de que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, acusara duramente al Gobierno de Pedro Sánchez de errar en sus predicciones, Casado le recordó a Sánchez que siempre encontrará apoyo en el PP. «Le hemos apoyado en todo momento, incluso sin conocer el contenido de las medidas. Como le he dicho en privado y en público, va a encontrar en nosotros más lealtad que en sus propios socios de gobierno y de investidura»