En la Gala de los Goya que se celebra esta misma tarde figura como nominada una película de Fermín Muguruza, líder de la banda (¡bendita polisemia!) Kortatu. Muguruza es amigo de Arnaldo Otegi y fue a verle a la cárcel, como Pablo Iglesias fue a ver a los delincuentes catalanes. Las canciones de Kortatu tienen mensaje que exalta la teoría y la práctica del terrorismo. Quizá la más popular fue ‘Sarri, Sarri’, en la que se glosa la fuga de los terroristas Joseba Sarrionaindia (Sarri) e Iñaki Pikabea (Piti) de la cárcel de Martutene, aunque se trata de un plagio bastante evidente de la canción ‘Chatty, Chatty’, del grupo jamaicano Toots & the Maytals.
La fuga se produjo el día de San Fermín de 1985, en una operación diseñada por Mikel Albisu (Mikel Antza), que ocho años más tarde sería el jefe político de ETA. Hizo meter a ambos presos en sendos bafles del cantante Imanol Larzabal, que dio un concierto en la cárcel. La fuga se produjo al filo del mediodía y no fue detectada hasta el recuento de la comida. Así lo explicaba la canción de Muguruza: “no se que es lo que pasa/ de un tiempo a esta parte/ que a menudo la gente/ empieza a bailar/ tendrá algo que ver/ con que faltan dos/ en el «recuento general»/ Sarri, Sarri, Sarri, Sarri, Sarri etc”.
Muguruza es amigo también de Mikel Antza, con quien mantuvo una abundante correspondencia; juntos escribieron la letra de alguna canción, como ‘J.F.K.’, un delirio que invocaba a Kennedy como el malogrado liberador de esto nuestro. El líder de Kortatu mantuvo un par de entrevistas con Eduardo Madina, muy cordiales, a juzgar por las fotos. “Fermín y yo nunca hemos estado enfrentados, su obra ha acompañado mi vida”, dijo el joven socialista que empleó términos infinitamente más descalificadores contra Ángel Acebes, ministro del Interior del PP aquel 19 de febrero de 2002 en que ETA puso medio kilo de titadine bajo su coche. Yo no sé si Edu Madina lo sabe, pero Mikel Antza, el amigo y corresponsal de Fermín Muguruza llevaba ocho años como jefe político de ETA (lo fue hasta 2004).
Imanol fue detenido junto con otras personas de su equipo técnico y el periodista Josu Landa. Imanol nada tuvo que ver con la fuga y hacía ya tiempo que había puesto distancia intelectual y moral con el terrorismo. En los aniversarios del asesinato de Yoyes, por ejemplo. A la muerte de Joxemiel Barandiaran, Imanol fue uno de los nueve artistas seleccionados para un homenaje al aita en Ataun, su pueblo. Dos de los participantes se negaron a compartir escenario con Imanol y presionaron a los demás. Finalmente, de nueve solo quedaron tres: Bitoriano Gandiaga, Antton Valverde y el propio Imanol.
Fermín Muguruza fue uno de los difusores de la idea de que el Estado español introdujo la heroína en el País Vasco como un arma contra los insurgentes. Miren por dónde, lo mismo que Monedero: “ETA empezó a asesinar a dealers en el País Vasco porque la Policía empezó a distribuir heroína en los lugares donde había una juventud más conflictiva y peleona”. Se comprende que Fermín se sintiera muy impresionado al tratar a Edu: “A este tío le han puesto una bomba y se solidariza conmigo”, comentó después. Hay una manera de vivir el socialismo que seguramente escapa a las entendederas de Muguruza. Patxi López y Edu Madina son dos ejemplos.
Y ahora, en puertas de la gala de los Goya, Fermín Muguruza opta al premio a la mejor película de animación con su segundo filme ‘Black is Beltza II: Ainhoa’. El presidente del PP ha anunciado su intención de acudir a la gala, en una de esas decisiones que a algunos nos resultan algo incomprensibles. Será difícil que se libre de algún abucheo, incluso de alguna pulla de los presentadores. ¿Aplaudirá cuando se cite como nominada a la película de Fermín Muguruza?