Hasta las 5.00 horas del 24 de febrero muchos políticos, personalidades y líderes de opinión europeos ponían la mano en el fuego por que Putin no llegaría a invadir Ucrania. Uno de ellos, el periodista francés Renan Girard, especializado en política rusa, dice: «Cuando lo conocí en 2017 durante una hora, cara a cara, me pareció un hombre muy racional. Ahora creo que tiene una visión paranoica de la realidad». ¿Cómo el exagente del KGB ha podido engañar a tantos, durante tanto tiempo, sobre el carácter real y las intenciones ocultas de su régimen? El mecanismo de engaño del régimen de Vladímir Putin ante la opinión pública mundial a lo largo de los años ha tocado varias teclas. Mediante la poderosa empresa pública de gas Gazprom se han invertido cientos de millones de euros en apoyos publicitarios especialmente dirigidos al deporte de masas. Han fichado a políticos socialdemócratas como Gerhard Schröder como su rostro en Europa.

Este blanqueamiento ha alcanzado también a políticos franceses como François Fillon cobrando de otras sociedades rusas. Los millonarios rusos como Abramóvich, al comprar equipos de fútbol como el Chelsea, han colaborado a asociar la imagen de la Rusia de Putin con el inofensivo fútbol y a ganarse el aprecio de los aficionados. En la estrategia de camuflaje han jugado un papel los rostros populares a los que Putin ha mimado a cambio de elogios y versiones edulcoradas de su imagen. El icono del cine francés Gerard Depardieu fue obsequiado con la nacionalidad y el pasaporte rusos. Así, la cara tenebrosa del régimen con su nacionalismo agresivo, su represión despiadada de los opositores, los asesinatos de periodistas (Politkóvskaya, Borodin) quedaban compensados y en la bruma de la duda en la opinión pública.

Pero han sido quizás políticos no solo de signo comunista, chavista o habanero los que más han contribuido a encubrir y disfrazar un régimen que es un Gobierno de los servicios secretos controlando todos los resortes del poder. En plena campaña de las presidenciales francesas, el partido de Sarkozy que lidera ahora Valérie Pécresse ha emitido un vídeo recogiendo un picadito de opiniones sobre Putin y su régimen tanto de la derecha de Marie Le Pen como de la izquierda de Melenchon (Francia insumisa). Espeluznante oír a la líder de RN decir que le gustaría para Francia el programa de Putin en Rusia, o a Melenchon abogar por levantar las sanciones a Rusia, un país «no agresivo». Aunque mirando atrás, cuando Stalin fascinaba a la izquierda de Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Malraux y todo el comunismo hispano, se explican muchas cosas.