Juan Van-Halen-El Debate
  • Lo cierto es que padecemos el fango; no un fango ocasional sino galopante y mafioso en el que se ofrecen pactos y hasta fiscales a delincuentes, como a Alejandro Hamlyn. No cuela que Leire, esa narcisista, actuara por su cuenta. Sabía las cartas que jugaba y quién la apoyaba

Un amigo socialista me comenta que Aldama le debe mucho al sanchismo y resulta ingrato que tire de la manta. Le digo que hasta ahora Aldama ha sido bastante comedido y trata de defenderse no sin riesgos –hablamos de mafias–. Además, cuenta una realidad que conoce bien: la corrupción que va a más. Lo que ha dicho desde el inicio resultó cierto. Fue el primero que habló de Leire Díez Castro, Jacobo Texeiro y Javier Pérez Dolset, el último que tiró de la manta y señalando a Sánchez. Y habrá más. Cuando se vean perdidos Koldo, Ábalos y Leire, entre otros, comenzarán a recordar. Las primeras palabras públicas de Leire fueron: «El PSOE no tiene nada que temer». ¿Se refería a que ella no hablará? Veremos.

Sánchez vive en un universo virtual, una seudo realidad que reiteran sus ministros como papagayos al referirse a seudo medios. Llegaron a decir que The Telegraph no era fiable –o sea: un seudo medio– porque el diario británico destapó la corrupción en España. No hay seudo medios sino medios que no se dejan manipular. Ni periodistas fachosos sino periodistas que cuentan la verdad. Espero la opinión de los sumisos tras el sanchismo. El día en que todas las portadas destacaban como titular principal las últimas evidencias de corrupción, el único discrepante en el tratamiento informativo fue El País.

Lo cierto es que padecemos el fango; no un fango ocasional sino galopante y mafioso en el que se ofrecen pactos y hasta fiscales a delincuentes, como a Alejandro Hamlyn. No cuela que Leire, esa narcisista, actuara por su cuenta. Sabía las cartas que jugaba y quién la apoyaba. Era tan vocinglera como ingenua. Basta escuchar sus diálogos y ver sus videos. No responden a una investigación periodística como ella dice ¿Para quién? ¿Quién grabó la reunión de ese grupo de confianza para hacer planes contra la UCO, Juanma Moreno, el juez Peinado y un fiscal? Obviamente uno de los presentes. ¿Quién grabó sus encuentros con un comandante de la Guardia Civil? Probablemente la UCO, alertada. Son ingenuos quienes utilizaron a Leire, acaso por insuficiencia de neuronas; nunca me pareció que el probable responsable inmediato tenga las convenientes. Él a lo suyo: lo eléctrico. Se inventaron la «policía patriótica» y ahora la «UCO patriótica». Pronto la «justicia patriótica». Son unos genios. Pero se acelera el inevitable final.

¿Qué más tiene que ocurrir? Los ministros nunca responden a las preguntas parlamentarias se hable de lo que se hable, y arremeten contra la oposición. Recurren siempre a una foto, de hace veinticinco años, de Feijóo en un barquito con un amigo, entonces sin tacha judicial alguna, que años después fue acusado de trapicheos y luego de corrupción. Las fotos de Sánchez con corruptos actuales formarían un álbum mucho más abultado que el de Jésica, aunque más decoroso. Y cuando pienso en la «gravísima corrupción» del PP que apuntaló la moción contra Rajoy desde una sentencia manipulada, referida a dos municipios madrileños y que no condenaba a su partido, defendida en el Congreso precisamente por Ábalos, me da la risa floja.

Con el fango gubernamental hasta el ombligo y la realidad falseada que ya no cuela salvo para cierta parte subvencionada, ovejuna o atontolinada de compatriotas, he leído dos perlas. Una de Álvarez, el de UGT, declarándose partidario de la subida de impuestos y atacando a las comunidades del PP por bajarlos. A él que le siga untando euros su amiga Yolanda para permitirse mariscadas. Y la otra de Puente, el mago ferroviario, asegurando que lo que está haciendo el PP lo pagará caro en las urnas. Para él la corrupción desbordada no la pagará el sanchismo en las urnas. La pagarán quiénes la denuncian.

Temo que ya esté preparándose el pucherazo. No sería históricamente el primero dado por la izquierda. Según numerosa documentación, desde los llamados ‘Papeles de Alcalá Zamora’, robados por policías socialistas de la caja fuerte de Credit Lyonnais en la guerra, reaparecidos en 2008 y publicados en 2013, a la fundamental investigación de los profesores Álvarez Tardío y Villa García: «1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular», está confirmado el pucherazo electoral de febrero de 1936 que, desde ese resultado amañado, contribuyó a la guerra civil que Largo Caballero había deseado y anunciado con el sangriento prólogo del golpe de Estado de octubre de 1934 en Asturias. Pero la España de la seudo realidad va como un cohete y parece que doña Úrsula sigue poniéndole ojitos a Sánchez. Todo normalísimo.