Editorial, EL CORREO, 14/10/12
La encuesta electoral refleja que la ciudadanía da por descontado el resultado
La encuesta electoral que entre ayer, hoy y mañana publica EL CORREO avanza la composición que podría tener el Parlamento vasco tras los comicios del próximo domingo, coincidiendo con las tendencias mostradas por otros estudios demoscópicos y en línea con el panorama resultante de las locales y forales de hace año y medio. Los entrevistados delinean un arco parlamentario en el que a la victoria del PNV con un tercio de los escaños se le suma la más que notable presencia de EH-Bildu en detrimento de las dos opciones que se erigieron en mayoría de gobierno tras las elecciones de 2009, PSE-EE y PP, impidiendo todo ello que las demás alternativas adquieran mayor relevancia que en los anteriores comicios. La diferencia que según la encuesta lograría el partido de Urkullu respecto a las expectativas de la candidatura encabezada por Mintegi y sobre todo frente a socialistas y populares situaría a los jeltzales en una posición destacada a la hora de conformar el próximo Gobierno vasco. Ninguno de los candidatos a lehendakari logra despertar entre los entrevistados un nivel de preferencia superior al que conceden a su respectiva formación. Pero el hecho de que el 75% vaticine que el presidente del PNV será el próximo lehendakari, frente a tan solo un 32% de partidarios de su designación, refleja hasta qué punto la sociedad vasca se encamina hacia un escrutinio cuyo resultado da por descontado. Lo que obligará a las distintas formaciones a perseverar en la llamada al voto durante los días que restan de campaña, no sea que el triunfalismo en unos y el abatimiento en otros acaben deparando sorpresas a beneficio de la abstención. Según el sondeo, casi dos terceras partes de la Cámara legislativa podrían ser nacionalistas, una representación que coincidiría porcentualmente con la suma de independentistas (17%) y partidarios de una reforma estatutaria con «derecho de decisión» (38%) que recoge el mismo estudio. La interrogante está en si tan rotunda mayoría puede cuajar como alianza política efectiva o solo se mantendrá latente durante la próxima legislatura. El 68% de los entrevistados desearía que el nuevo Ejecutivo fuese resultado de un pacto entre varias formaciones, aunque de confirmar en las urnas sus preferencias partidarias se abriría paso la perspectiva de un Gobierno PNV con acuerdos puntuales con otros grupos.
Editorial, EL CORREO, 14/10/12