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La mayoría de los españoles piden más firmeza en la respuesta del Estado
Más de la mitad acusa a los secesionistas de utilizar los atentados en su beneficio
En Cataluña hay una mayoría de ciudadanos que no creen a Carles Puigdemont cuando asegura que el 1 de octubre habrá un referéndum sobre la independencia y que será vinculante. Más allá de las movilizaciones ruidosas y de la bronca política, esa mayoría silenciosa se muestra muy alejada de los propósitos del presidente autonómico catalán y ve con total escepticismo sus planes secesionistas, según se desprende de la última encuesta de GAD3 realizada para ABC. Lo demuestra este dato: solo dos de cada 10 catalanes (el 21,6 por ciento) creen que Cataluña será independiente después del 1 de octubre, como asegura la Generalitat.
Ni república ni independiente. Por mucho que Puigdemont pretenda vulnerar la prohibición el Tribunal Constitucional y celebrar la consulta ilegal para proclamar, acto seguido, la independencia unilateral, la mayoría de los ciudadanos que viven en Cataluña están convencidos de que los secesionistas no podrán lograr sus objetivos. El 62,2 por ciento afirma que no se producirá ninguna declaración de independencia, y muestran así su convencimiento sobre el fracaso que supondrá el pretendido referéndum de Puigdemont.
Si en Cataluña hay un escepticismo mayoritario hacia la celebración de la consulta ilegal y las consecuencias automáticas que tendría, en el conjunto de España apenas nadie cree que Puigdemont, Junqueras y Forcadell vayan a salirse con la suya por encima del Estado de Derecho. Nueve de cada diez españoles responden que Cataluña no será independiente después del 1 de octubre, y solo el 5,4 por ciento cree que sí habrá una declaración de secesión.
La encuesta de GAD3 se realizó entre los días 4 y 8 de septiembre, es decir en una semana especialmente conflictiva en el Parlamento autonómico catalán, donde se consumó el golpe a la democracia con la tramitación y aprobación de dos leyes, la del referéndum y la de Transitoriedad, a pesar de la prohibición del Tribunal Constitucional. El Gobierno autonómico firmó el decreto de convocatoria de la consulta. Y todos estos actos fueron respondidos inmediatamente por el Estado de Derecho en tres frentes: el Gobierno de la Nación recurrió, el Tribunal Constitucional anuló todas las medidas y la Fiscalía actuó contra el Ejecutivo autonómico y la presidenta del Parlamento catalán.
Discusión entre políticos
Pero esta respuesta de los poderes del Estado sigue sin ser suficiente para una mayoría de españoles. ¿Cómo cree que debería ser la respuesta del Estado en relación con el referéndum del 1 de octubre?, se pregunta en la encuesta. El 53 por ciento pide «más firmeza» contra los independentistas y sus planes para romper España. El 26,7 por ciento aprueba la manera de proceder por parte del Estado: «Está bien como se está haciendo». Y solo el 4,8 por ciento estaría más contento si la reacción fuera «menos firme» frente a los secesionistas.
En general, los ciudadanos piensan que el debate sobre la independencia de Cataluña no deja de ser una discusión entre políticos que nada o poco tiene que ver con el debate social que está en la calle. Tres de cada cuatro españoles (el 73,9 por ciento) creen realmente que es una polémica entre políticos, y solo el 14,9 por ciento acepta que es un debate social. Lo más significativo es que el resultado es prácticamente idéntico entre los votantes de los cuatros grandes partidos nacionales. Casi el 80 por ciento de los electores del PP, PSOE, Podemos o Ciudadanos aseguran que el independentismo es un debate de los políticos.
Insultos El 87,6 por ciento desaprueba los insultos al Rey en la marcha de Barcelona No habrá 1-O Casi el 90 por ciento de los españoles creen que no habrá la anunciada independencia
Si al final se celebrara un referéndum el 1 de octubre, su validez sería parecida o menor a la del 9 de noviembre de 2014, cuando Artur Mas impuso una especie de simulacro sin ningún tipo de garantía. Solo el 17,4 por ciento de los encuestados creen que el 1 de octubre sería «más determinante» que el 9-N, pero más del 60 por ciento opina que su validez sería la misma o incluso menor.
Atentados terroristas
Uno de cada cuatro españoles reconoce que sigue con mucho interés el debate sobre la independencia de Cataluña, más que otros asuntos de actualidad como las pruebas nucleares de Corea del Norte o la corrupción. Pero sin duda lo que ha suscitado más interés han sido los atentados terroristas de agosto: el 54,4 por ciento los ha seguido con mucho interés.
Más de la mitad de los encuestados (54,6 por ciento) critican a los independentistas por tratar de utilizar los atentados de Barcelona y Cambrils en su beneficio. Los más críticos en este sentido son los votantes de Ciudadanos (92 por ciento) y del PP (64 por ciento). La crítica se extiende a la coordinación entre el Gobierno autonómico catalán y el Gobierno de la Nación: seis de cada diez denuncian que no fue la adecuada. Los insultos y abucheos al Rey y las autoridades, por una parte de los manifestantes en la marcha de Barcelona, reciben la condena de casi el 90 por ciento.