EL PAÍS 05/10/14
· La mayoría es partidaria de elecciones anticipadas normales, que ganaría Esquerra
Artur Mas siempre ha negado tener un plan B para la consulta soberanista que quiere celebrar el 9 de noviembre pese a la suspensión del Tribunal Constitucional. Sin embargo, en los últimos meses ha admitido que la alternativa más factible al referéndum pueden ser unas elecciones autonómicas en clave plebiscitaria sobre la independencia a las que, idealmente, las fuerzas soberanistas acudirían bajo una única lista. Los catalanes, sin embargo, rechazan mayoritariamente esta opción porque entienden que unas elecciones autonómicas deben celebrarse bajo los mismos parámetros que hasta hasta ahora.
Solo el 32% de los catalanes apoyan la idea de unas elecciones plebiscitarias según el sondeo de Metroscopia realizado entre 1.000 residentes en Cataluña entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre. Los únicos que aceptarían claramente que las autonómicas se conviertan en un plebiscito sobre la independencia son los votantes potenciales de Esquerra Republicana.
Los votantes de Convergència i Unió se encuentran divididos entre los que lo aceptarían (45%) y los que prefieren unas elecciones «normales» (43%). Esta división entronca, en buena medida, con las discrepancias internas que arrastra la federación nacionalista desde que comenzó el proceso soberanista. Unió, el partido de Josep Antoni Duran Lleida, rechaza la idea de unas plebiscitarias. De hecho hasta ahora se ha mostrado contrario a la secesión y no será hasta hoy domingo que se posicione sobre qué votará si la consulta se acaba celebrando con la pregunta sobre la independencia.
Los votantes potenciales del resto de partidos del arco parlamentario catalán y Podemos son claramente contrarios a las elecciones plebiscitarias. Los más reacios son, por este orden los del PP, Ciutadans y PSC. Los de Iniciativa per Catalunya, integrante del bloque soberanista, tampoco apoyarían la maniobra que ha previsto Artur Mas. El líder ecosocialista,Joan Herrera, en sintonía con su electorado, lleva meses advirtiendo que no aceptará que se cambie la consulta por unas elecciones de este tipo.
En un debate público fuertemente polarizado entre partidarios y detractores de la independencia los defensores de una solución intermedia aumentan en Cataluña. Los independentistas suben dos puntos (hasta el 29%) pero lo hacen más (hasta el 47%) los partidarios de que Cataluña siga formando parte de España pero con nuevas y blindadas competencias. El bloque que pierde defensores es el favorable a que Cataluña mantenga las mismas competencias dentro de España. Esta opción es la elegida solamente de los votantes potenciales del PP. El electorado de CiU sigue dividido sobre la independencia. La apoya el 49% frente al 40% que reclama una tercera vía.
La vía intermedia es la favorita también al preguntar qué hay que hacer tras la suspensión de la consulta por parte del Tribunal Constitucional. Los partidarios de desacatar la sentencia son básicamente los votantes de ERC y una parte de los de CiU. La opción favorita, sin embargo es la de acatar la sentencia pero negociando una nueva convocatoria de la consulta que se ajuste a la legalidad constitucional. Defienden esta opción los votantes del resto de partidos, incluso los del PP.
Lo que sí genera más consenso entre los catalanes es que, tras la suspensión de la Consulta por parte del Tribunal Constituicional el presidente de la Generalitat convoque elecciones anticipadas. lo quieren dos de cada tres catalanes. Entre los más partidarios de este escenario están los votantes de CiU y ERC, probablemente porque entienden que estos comicios se pueden convertir, fácilmente, en un plebiscito de hecho sobre la independencia. Así, el líder de CiU, Artur Mas,lleva semanas intentando construir una candidatura unitaria con los republicanos con vistas a estos comicios.
Los votantes potenciales del PP son los menos partidarios de ir a elecciones. Las encuestas vaticinan un duro castigo para esta formación en Cataluña, castigada tanto por las decisiones del día a día del Gobierno como por su actitud hacia la cuestión catalana. Los votantes potenciales de Ciutadans son ligeramente más favorables a la celebración de elecciones anticipadas (64%). Bien posicionado en las encuestas, su líder, Albert Rivera las viene reclamando desde hace meses.
El resultado de estas elecciones sería claramente favorable para Esquerra Republicana de Catalunya, socio parlamentario de CiU hasta la fecha. El partido de Oriol Junqueras supera al de Artur Mas en 4,4 puntos en intención directa de voto. El PSC mantendría la tercera posición que ya consiguió en las elecciones de 2012, seguido de Ciutadans. Podemos, que todavía no ha concretado su intención de presentarse a las autonómicas catalanas, quedaría en quinta posición de un Parlamento cada vez más fragmentado, relegando a Iniciativa a sexta fuerza. El castigo al PP es muy importante y se queda solo con el 4,5% de la intención de voto directo, la mitad del voto real conseguido en 2012.