A Sánchez se le iba ayer el santo al cielo

Me perdonarán que empiece por una confesión personal: yo caí tarde en la naturaleza infame del tipo que gobierna España. Fue en diciembre de 2015, en un cara a cara electoral en que le dijo a Mariano Rajoy: “Para ser presidente del Gobierno de España hay que ser una persona decente y usted no lo es”. Lo dijo el fulano más indecente que jamás ha gobernado España, que ha amparado sin descanso la corrupción, la propia y las ajenas, si eran de sus socios, que ha hecho de la mentira su forma natural de expresión: miente en cada intervención y últimamente varias veces cada vez que habla.

Ayer, por ejemplo, reprochó al PP ‘las mentiras’ y lo repitió tres veces más. Habló de putas la Tacones, dicen en mi pueblo. Él, que antes de ser alguien en política había mentido su currículum, plagiando su tesis doctoral, leída en noviembre de 2012. Seis años más tarde puso como espejo a Alemania, país en el que el plagio de una tesis conduce a la dimisión. Hay que reconocer que este año ha visto subrayada su biografía intelectual cuando se ha descubierto que la rectora de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, ha dimitido por el plagio de la suya. Él no ha dimitido, que tampoco es cosa de plagiarlo todo.

Frente a un PP que “quiere reducir a la mínima expresión su compromiso contra la violencia de género, “nosotros vamos a reforzar el pacto contra la violencia de género a nivel estatal”. Solo le faltó añadir un detalle: y para ello hemos pensado nombrar comisionado del Gobierno a Jesús Eguiguren Imaz. Es el único líder de la UE condenado por haber pegado a su mujer. Quizá por eso, el presidente Zapatero lo puso al frente de su ‘proceso de paz’. Él fue el encargado de negociar con Arnaldo Otegi en el caserío Txillarre y después, ya con ETA directamente, en Suiza y Noruega con López Peña, ‘Thierry’ y Josu Ternera. No me parece mal siempre que el socialista guipuzcoano acudiera a las reuniones provisto de paraguas y zapato.

El último informe PISA destacó la mala posición de los escolares españoles en Matemáticas y comprensión lectora. A la gente de mi generación que fuimos beneficiarios del mejor plan educativo que tuvo España, el plan de Bachillerato del 57, ¡en pleno franquismo! Nos asombra que el presidente del Gobierno compagine la autosatisfacción por decir que va a extender el bono cultural para los jóvenes, algo que le parece una acción complementaria a la de  reforzar algo tan elemental como las Matemáticas y la comprensión lectora en la enseñanza.

Esto es sin duda un paso de gigante para la ministra de Educación, aunque seguramente poco relevante para la enseñanza pública en España, pero se entiende porque Pilar Alegría Continente es la primera ministra del ramo que carece de titulación universitaria. En esto hay que ponderar la coherencia de Pedro Sánchez como cazatalentos. Solo él podría haber nombrado embajador en la UNESCO a Miquel Iceta que no habla inglés, otro destitulado al que seis meses antes había nombrado ministro de Cultura. Él no pertenecía a la internacional ultraderechista, a la que Sánchez conjuró media docena de veces en su discurso, sino a la coalición progresista que invocó otras tantas, como Puigdemont, Rufián, Otegi, Aitor Esteban  y otras excrecencias de la vida política española, al igual que Borrell, Marlasca y el propio Pedro Sánchez.