ABC 09/12/14
· Como primer paso va a solicitar en fechas próximas al partido de Iglesias una reunión
Mientras los presos de ETA ven con optimismo una victoria de Podemos en las elecciones generales, porque creen que atendería sus reivindicaciones, la «izquierda abertzale» ha decidido iniciar un proceso de acercamiento con la formación de Pablo Iglesias ante el temor de que les robe espacio electoral en el País Vasco y Navarra. Perder votos, por pocos que fueran, sería letal para la estrategia de «acumulación de fuerzas soberanistas» en la que está inmersa Sortu con el objetivo de imponer al Estado una declaración unilateral de independencia.
La irrupción del partido de Pablo Iglesias en el mapa político español, plasmada en el éxito obtenido en las pasadas elecciones europeas, ha encendido todas las alarmas en la «izquierda abertzale». Sobre todo, porque las encuestas apuntan a que, como poco, puede revalidar los resultados en futuros comicios electorales. En su estreno para el «asalto» a la Cámara de Estrasburgo, Podemos obtuvo alrededor de 52.000 votos en la Comunidad Autónoma Vasca y 20.000 en Navarra.
A los herederos de Batasuna les parece positiva la irrupción de cualquier partido rupturista en el panorama político del conjunto de España porque puede provocar inestabilidad en las instituciones del Estado y, en particular, en el Gobierno de Madrid. Pero, por el contrario, en este caso, además, le preocupa la facilidad con la que la formación de Pablo Iglesias ha logrado recabar apoyo en diferentes sectores sociales, también del País Vasco y Navarra. Sobre todo entre la juventud y círculos antisistema, que, si bien no son necesariamente independentistas, por tradición han votado a Batasuna como «castigo a Madrid».
Algunas discrepancias
Debido al quebranto que le puede ocasionar en próximos comicios, los dirigentes de la «izquierda abertzale» han comenzado a mostrar interés por los planteamientos de Podemos en asuntos especialmente sensibles, como «el derecho a decidir». En documentos públicos difundidos a través de internet, la formación de Pablo Iglesias se ha mostrado favorable al mismo, pero siempre y cuando se decida por el conjunto de los ciudadanos españoles y en el marco de un nuevo proceso constituyente en todo el Estado. Un planteamiento que, en principio, entra en colisión con las pretensiones de la «izquierda abertzale», para la que la soberanía en este caso reside en el pueblo vasco y navarro.
En principio, para paliar estas discrepancias y evitar entrar en un conflicto con Podemos que le reste votos, la «izquierda abertzale» quiere mostrar cierta cercanía política con el nuevo partido. Como primer paso, los dirigentes de Sortu se plantean promover una reunión con representantes de Podemos. Los medios conocedores de la situación consultados por ABC consideran previsible que sea el punto de partida para que la «izquierda abertzale» inicie a corto o medio plazo una dinámica de contactos y encuentros con esta y otras formaciones de izquierda que operan en el resto de España.
En efecto, la sorpresa que a los batasunos ha causado el éxito político y social de Podemos en su corta trayectoria les ha llevado a concluir que carecen de información adecuada sobre lo que acontece en el conjunto de España. Para paliar esta situación, la dirección de Sortu considera necesario, a partir de ahora, conceder más atención a cuanto ocurre en el resto del Estado. Por ello, va a aumentar sus relaciones con formaciones políticas y sociales de fuera del País Vasco y Navarra.
Reproches de los «duros»
De todas formas, el proceso que se propone transitar Sortu para aproximarse a Podemos no está allanado. Los sectores más integristas de la «izquierda abertzale» ven con grandes recelos la intromisión del partido «español» de Pablo Iglesias en el panorama de la izquierda vasca, «sin aportar nada». En concreto, critican que se centre en asuntos como la crisis económica, el desempleo, los desahucios, la corrupción…, pase por encima sobre el «derecho a decidir», y no tenga en su programa nada relativo a la «euskalmemoria». Esto es, que avale que en el País Vasco ha habido un conflicto político que se ha saldado con víctimas por ambas partes. De momento, este núcleo es minoritario y se ha expresado mediante publicaciones restringidas. Pero Sortu ya se ve obligado a capear con otro grupúsculo, Ibil, que critica la actual estrategia de apostar por la vía exclusivamente política.