Sortu teme que el Gobierno ponga en marcha su ilegalización

EL CORREO 02/10/13

Considera «un salto cualitativo» el golpe policial a Herrira, contra el que se manifestará el sábado

La izquierda abertzale considera «un salto cualitativo» el descabezamiento de Herrira y teme que el golpe al colectivo de apoyo a los presos de ETA sea el preludio de un proceso de ilegalización de Sortu por parte del Gobierno central. Una manifestación contra la operación policial recorrerá el próximo sábado las calles de Bilbao. BILBAO. Sortu teme una nueva ilegalización. Los dirigentes de la izquierda abertzale comienzan a percibir como una amenaza seria la posibilidad de que el Gobierno de Mariano Rajoy, a través de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, pueda emprender un proceso para anular la última sigla de referencia en el movimiento independentista. La operación de la Guardia Civil que ha supuesto la detención de los 18 principales dirigentes de Herrira, el colectivo de apoyo a los presos, ha encendido todas las alarmas en el partido que dirigen, entre otros, Hasier Arraiz y Rufi Etxeberria. Por vez primera, desde las sucesivas autorizaciones judiciales a Bildu, EH Bildu, Amaiur y Sortu, los representantes independentistas ven en el Ejecutivo del PP una voluntad seria de «dinamitar» un proceso ordenado de punto y final a la violencia terrorista de ETA. Así, al menos, lo han expresado cualificados miembros de Sortu a diferentes representantes de otros partidos, a los que han llegado a pedir colaboración para intentar convencer al Gabinete del PP de que no emprenda esa vía, según ha podido saber EL CORREO.
La amenaza de una ilegalización pende prácticamente desde que el PP llegó a La Moncloa. Tras unos primeros meses de ciertos titubeos e, incluso, mensajes contradictorios –llegó a decir que la «cuestión» vasca era un problema «más político que policial»–, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comendu en el Parlamento vasco, por si de sus palabras y actos se infería un delito enaltecimiento de ETA y una posible continuidad de actividades de la ilegal Batasuna. De hecho, la Fiscalía de Euskadi tiene abierta una investigación por la participación de Mintegi en los actos para impedir en Ondarroa el arresto de Urtza Alkorta, condenada por colaborar con la banda terrorista.
La operación de la Guardia Civil que el lunes supuso la detención de ceso de soluciones» abierto tras el cese definitivo de ETA. «PP y PSOE –insistieron– están saboteando de forma continua este nuevo tiempo y, con ello, las oportunidades para la paz». En sus críticas apuntaron por igual tanto al Gobierno de Rajoy como al anterior de José Luis Rodríguez Zapatero.
Demostración de fuerza No faltaron tampoco los reproches al PNV y al Ejecutivo de Urkullu. Afeaba en este sentido al Gabinete jeltzale por haber criticado «con la boca pequeña» el despliegue policial contra Herrira «uniendo a la violencia de la Guardia Civil la violencia de su Ertzaintza», en referencia a la carga que hirió en Hernani a Amalur Mendizabal, senadora de Amaiur. Barrena e Izko compararon este caso, incluso, con el de Iñigo Cabacas o Rosa Zarra y exigieron el «desarme represivo» de la Ertzaintza y que «deje de ser una policía política».
Los representantes de la izquierda abertzale llamaron, en este sentido, a responder al «sabotaje político del PP» con un «plante democrático» y con la movilización «pueblo a pueblo». Unas iniciativas a las que invitaron al propio Urkullu porzó a agitar la bandera de una posible proscripción de formaciones como Bildu o Amaiur –habló de «líneas rojas» que no se podían superar–. Un discurso que ha ido refrendando durante meses el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, quien, además de lanzar advertencias directas –aludió a que «tomaban nota» de cada gesto de los representantes abertzales–, ordenó investigar a referencias independentistas como Laura Mintegi, portavoz de EH Bil18 dirigentes de Herrira –el juez Eloy Velasco les tomará declaración mañana– ha supuesto para Sortu un «punto de inflexión» y un «salto cualitativo» en la estrategia del Gobierno de «bloquear» el proceso de paz en Euskadi e impedir un proceso «ordenado» para el final del terrorismo. Así lo aseguraron en público portavoces del partido como Pernando Barrena y Amaia Izko, que acusaron al «Estado español» de estar «agrediendo directamente al pro-
que, según recalcaron, «un lehendakari que no defiende los derechos de sus ciudadanos no merece ser lehendakari». Sortu, junto a otros partidos, sindicatos y organizaciones independentistas, convocaron de una manifestación para el sábado en Bilbao bajo el lema ‘Tantaz tanta’ (‘Gota a gota’) en favor de los presos de ETA y contra el arresto de los líderes de Herrira. La marcha pretende convertirse en una auténtica demostración de fuerza. Formaciones como EH Bildu han comenzado, incluso, a preparar un importante despliegue de autobuses para movilizar a sus bases.
Varios cientos de representantes de la izquierda abertzale y de miembros de partidos como EA, Alternatiba y Aralar, además de los sindicatos ELA y LAB denunciaron ayer el «atropello» que, a su juicio, supone la decapitación de Herrira, una operación que tildaron de «decisión política» y una «clara vulneración de derechos democráticos». Aseguraron que la asociación de apoyo a los presos de ETA nació como una «iniciativa pacífica» que ha promovido la «pluralidad» como base para el «entendimiento» y que sus únicos fines han sido «la defensa de los derechos humanos».
Los convocantes de la marcha, que partirá del entorno de La Casilla, en la capital vizcaína, y transitará por el habitual recorrido de las movilizaciones de la izquierda abertzale, acusaron al Gobierno de querer «criminalizar la defensa de los presos», de «afear» al Tribunal de Estrasburgo ante una posible sentencia contraria a la ‘doctrina Parot’, y de «correr una cortina de humo» sobre los problemas que acucian a Rajoy como «la corrupción» y el «auge» de la reivindicación del derecho a decidir.