Surgen grietas en el frente constitucional

EL MUNDO 28/02/14

· El PP aprueba una resolución recalcando la soberanía nacional sin PSOE y UPyD

El Gobierno y el PP se mantienen firmes en su defensa de la unidad de España sin matices. No hay nada de qué hablar sobre esta cuestión, el modelo no permite ni cambios ni retoques; la estrategia para hacer frente al plan de Artur Mas, tampoco. El PP no apuesta ni por afrontar el problema de raíz con decisiones claras y contundentes ya, como propone UPyD, ni por mostrar flexibilidad y disposición al diálogo como plantea el PSOE. Las diferencias entre unos y otros, imposibles de superar, provocaron ayer en el Congreso el resquebrajamiento del frente constitucionalista.
La aspiración catalana de ejercer el derecho a decidir no tiene recorrido y así, por si aún cabía alguna duda pese a la declaración solemne hecha por el presidente del Gobierno, quedó ayer meridianamente claro a la vista de la resolución, derivada del Debate sobre el estado de la Nación, que el PP aprobó con sus votos y la abstención de los diputados socialistas y de la formación magenta.
Los populares se mostraron tan estrictos en esta cuestión que vieron cómo a su alrededor se agrietaba un acuerdo que debería, en lo realmente esencial, haber contado con la anuencia de PSOE y UPyD; o lo que es lo mismo, con el 86% de los votos de la Cámara.
La resolución del PP recalca la vigencia de la Carta Magna y, en especial, «en lo que se refiere a su expresión de que la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español», y proclama que «no puede una parte de la ciudadanía decidir» lo que corresponde a todos los españoles.
Recuerda, además, que «no caben aquellas iniciativas, planes y resoluciones tomadas en cualquier ámbito institucional que rebasen los principios de soberanía y legalidad»; valora la «voluntad de diálogo» expresada por el Gobierno en el marco de la Constitución y, finalmente, respalda al Ejecutivo «para que siga tomando, desde los principios de la defensa del interés general, la responsabilidad, la estabilidad y la moderación y en el ejercicio de su disposición al diálogo, cuantas medidas le permita el ordenamiento jurídico para preservar la unidad de España, como una nación de ciudadanos libres e iguales sometidos únicamente al imperio de la Ley».
El PSOE, acuciado por la extrema sensibilidad del PSC en este asunto, presentó por su parte un texto en el que reclamaba «diálogo, diálogo y diálogo», y proponía de nuevo como fórmula para superar el problema la creación de una subcomisión en el Congreso para intentar consensuar una reforma constitucional. Tampoco ellos se mostraron inclinados a pactar con PP y UPyD.
«Lo hacemos», dijo la portavoz Soraya Rodríguez, «desde la defensa de la unidad de España, desde la defensa de la propia Constitución y de la decisión de votar no al referéndum en Cataluña». «Nosotros queremos que sigamos juntos, pero para ello es necesario encontrar soluciones juntos», añadió, tras advertir que los socialistas no están dispuestos a «participar en un juego en el que se acumulan noes a Cataluña para llevarlos luego allí como un agravio».
Por su parte, UPyD, que no había presentado resolución alguna sobre este tema, justificó su negativa a sumarse a la propuesta del PP argumentando que la misma era una «simpleza» y una «frivolidad impropia» del partido que está en el Gobierno. «Es de una generalidad y una vacuidad que no merece nuestro voto positivo. Para decir tonterías, no hacen falta propuestas de resolución», afirmó Rosa Díez para poner de manifiesto que lo planteado en el texto de los populares es una obviedad y no sirve para desatascar el problema.
Ni que decir tiene que el resto de resoluciones a favor de la consulta soberanista presentadas por CiU, ERC e ICV fueron rechazadas con los votos de PP y UPyD y la abstención del PSOE.
Mientras esto acontecía en la Cámara Baja, en el Parlamento catalán se vivía con sorpresa el error masivo de nueve de los 19 diputados populares votando a favor de la consulta independentista. Posteriormente, explicaron que creían que estaban votando otro punto.

Crimen de lesa humanidad
La lucha contra ETA suscitó más unanimidad en el Congreso, que aprobó una propuesta de UPyD, pactada con el PP y apoyada por el PSOE, para impulsar que la Corte Penal Internacional incluya los delitos de terrorismo como crímenes de lesa humanidad, con el fin de que no prescriban.
También plantea seguir avanzando en la atención de las víctimas y que sólo la derrota de ETA y su estrategia política permitirá que las mismas se sientan apoyadas y respetadas.