EL MUNDO – 25/08/14
· El falso fusilamiento perjudica el plan de Mas mientras Unió rechaza la vía unilateral.
El episodio del pasado 17 de agosto en Cardedeu (Barcelona), cuando un grupo de vecinos independentistas vestidos de trabucaires simuló fusilar con salvas de pólvora al concejal del PP Jaume Gelada, ha creado gran preocupación en el Govern. Los actos que evidencian que la tensión social está creciendo en Cataluña son uno de los grandes tabúes para Artur Mas, que siempre presume de la cohesión de la sociedad en torno al proceso soberanista.
De hecho, el president pone dos condiciones para seguir adelante con su plan: que se asiente sobre «grandes mayorías» y en la «ausencia de violencia». Y seguramente por ello las redes se llenaron ayer de mensajes de seguidores de las consignas institucionales poniendo en duda a Gelada, restando importancia al incidente y ridiculizando al concejal.
Sin embargo, varios partidos y entidades sociales denuncian que la tensión ha crecido en los últimos meses. El PP catalán ya denunció en mayo, cuando el ministro Cristóbal Montoro estuvo cerca de ser agredido en Vilanova (Barcelona), que en el último año había recibido más de 80 ataques a sus sedes. «La situación ha empeorado, sin duda», afirmó ayer el diputado Santi Rodríguez.
El presidente de Sociedad Civil Catalana, Josep Ramon Bosch, calificó de «preocupante» el incidente de Cardedeu. Añadió que la tensión dependerá de «la radicalidad de los independentistas sobre Mas» y que la crispación comenzará el 10 de noviembre «tras la frustración por no poder votar una consulta».
También hizo alusión al otoño explosivo que se vislumbra el secretario general de Ciutadans, Matías Alonso, que, tras condenar los episodios de «tensión latente» en Cataluña aseguró que «el tren de la secesión está en vía muerta» y que Mas no sabe cómo «bajar el telón».
Pero la agitación va a empezar mucho antes del 9-N. El Govern vuelve hoy al trabajo con la preparación de la consulta como gran objetivo, aunque sea para dar imagen de determinación. A partir de la semana que viene se sucederán los días intensos: Jordi Pujol comparecerá en el Parlament a partir del 2 de septiembre, el 5 se celebrará un Consejo Nacional de Convergència, el 11 es la Diada, el 15 declara el hijo del ex president en la Audiencia Nacional y también empieza el debate de política general en la Cámara catalana, el 19 se aprobará la ley de consultas y el 22 Mas podría convocar formalmente el referéndum.
Sin embargo, no sólo está en cuestión la segunda premisa de Mas para continuar adelante con su hoja de ruta, la de la ausencia de violencia; también lo está la primera, la del consenso. Ayer volvió a quedar claro que CDC está más cerca de ERC que de sus socios de Unió. «La consulta será legal o no será», advirtió el vicesecretario general del partido, Antoni Font, frente a una Convergència donde crecen las voces que llaman a la desobediencia frente al TC. «La consulta debe ser legal, y por tanto no contemplamos una declaración unilateral. Tampoco haremos nada para que Cataluña quede fuera de la UE. Son nuestras líneas rojas en este proceso», añadió.
EL MUNDO – 25/08/14