EL MUNDO – 24/03/16
· La visita del primer ministro italiano, Matteo Renzi, a Tortosa y Tarragona del pasado lunes, para mostrar su apoyo a los familiares de las víctimas mortales del accidente de autobús en Freginals e interesarse por la salud de los heridos hospitalizados, ha dado alas al último enfrentamiento político entre el Gobierno y el Govern.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, agradeció ayer la visita y ensalzó la «solidaridad» de Renzi con las víctimas del siniestro en un artículo publicado en el diario italiano L’Unità titulado Vuestro dolor es el de toda Cataluña, donde hacía hincapié en que le había acompañado en su itinerario.
«Su gesto honra a todo un país y representa la forma más humana con la que la política puede expresar el sentimiento de toda una nación en duelo», afirmó Puigdemont, quien dejó claro en el artículo que acompañó a Renzi durante las visitas a familiares de las víctimas y a heridos, pese a que se trataba de un viaje privado del primer ministro, tal y como se encargó de asegurar el Ejecutivo italiano.
Puigdemont indica en el artículo que Renzi «pudo mostrar su solidaridad y afecto personal a los padres y madres que habían perdido unas horas antes a sus hijas» y trasladó «en nombre de toda Cataluña el afecto a todas las familias». «Sabemos que, a pesar de que pasen los días, el dolor y la tristeza infinita no se borrará», añadió el presidente, quien reiteró que los afectados pueden contar con la sociedad catalana para todo lo que necesiten.
El artículo de Puigdemont en la prensa italiana se suma al acompañamiento que hizo a Renzi –junto con las principales autoridades catalanas– durante su visita a Tarragona, tal y como quedó demostrado en las numerosas fotografías que el departamento de comunicación del Govern envió a los medios junto con una nota de prensa detallada.
Fuentes del Gobierno explicaron que el primer ministro italiano llamó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para reiterarle la privacidad de la visita. En este sentido, también explicaron que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado montaron el dispositivo habitual para recibir a las autoridades internacionales, pese a que el primer ministro italiano anunció su llegada con escasa antelación.
Siguiendo el protocolo, en la pista del aeropuerto de Reus, desde donde Renzi se desplazó a Tortosa y Tarragona, lo esperaba la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna, en representación del Ejecutivo español, así como Puigdemont, que fue autorizado a estar presente. TV3 informó ayer, citando fuentes de la Generalitat, que existía una molestia en Moncloa porque Llanos de Luna intentó que Puigdemont y el resto de miembros del Ejecutivo catalán no acompañasen a Renzi durante la visita y, al no conseguirlo, decidió marcharse.
Esta información fue desmentida desde la Delegación del Gobierno y se explicó que Llanos de Luna acompañó a Renzi hasta Tortosa, el primer punto de su visita, y allí le dejó continuar su viaje privado. Por esa razón, tampoco lo acompañaron otras autoridades del Gobierno. Puigdemont, por el contrario, se quedó junto a Renzi pese al carácter privado de la visita y se fueron sumando a la comitiva otros miembros del Govern, que también aparecieron en las imágenes enviadas.
Desde horas después de que sucediese el trágico accidente que se saldó con la muerte de 14 estudiantes –siete de ellas italianas–, la Generalitat se ha quejado de que Rajoy no haya llamado a Puigdemont, aunque ayer se encontraron en el Aeropuerto de Barcelona en el homenaje a las víctimas del vuelo de Germanwings siniestrado hace un año. El consejero de Exteriores, Raül Romeva, insinuó que el Gobierno no había estado a la altura. El día del accidente, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acudió al lugar del siniestro.
La secretaria primera de la Mesa del Congreso, Alicia Sánchez-Camacho, afirmó ayer en TV3 que el Gobierno «estuvo a la altura de lo que le correspondía» y mantuvo contacto permanente con Renzi.
EL MUNDO – 24/03/16