EL CORREO 23/01/15
· Las autoridades niponas sostienen que no han tenido contactos con los terroristas, que exigen 175 millones de euros para liberar a los rehenes
Se cumplen las 72 horas de plazo que el Estado Islámico (EI) dio al Gobierno de Japón para el pago de 200 millones de dólares (175 millones de euros) a cambio del periodista freelance Kenji Goto y el fundador de una empresa de seguridad privada Har una Yukawa. Las autoridades niponas aseguran no haber tenido contacto alguno con los captores desde la aparición del vídeo, según señaló el ministro portavoz, Yoshihide Suga. Tras las acusaciones del EI sobre el apoyo japonés a la coalición internacional que lidera Estados Unidos contra el califato, Suga quiso matizar que su Gobierno «no ha ofrecido ninguna ayuda para operaciones en las que murieran civiles», sino que ha colaborado «en misiones humanitarias y no militares».
El EI fijó un precio de cien millones por la vida de cada rehén japonés, lo que equivaldría, según el verdugo que habla en perfecto inglés ante la cámara, al total de las donaciones comprometidas por Japón a la alianza hasta el momento. Goto y Yukawa son los dos últimos rehenes en aparecer vestidos con buzos de color naranja –similares a los usados en Guantánamo– en un vídeo del EI. Sus nombres se suman a los de los cooperantes David Haines, Alan Henning y Peter Kassig y los periodistas James Foley y Steven Sotloff, anteriores tristes protagonistas de unas grabaciones que fueron el adelanto de sus ejecuciones. A diferencia de estadounidenses o británicos, que no pagan rescates por sus civiles, los japoneses accedieron en el pasado a pagar sumas millonarias para salvar a sus ciudadanos de las manos de grupos terroristas.