Testigo de una época

Eguiguren no es solamente testigo de una época intensa, sino protagonista central de una serie de acontecimientos políticos de los que todavía no conocemos todos los detalles. Sabemos las líneas generales y, sobre todo, sabemos el final de la película, pero el presidente del PSE podría contar muchas cosas nuevas.

Los socialistas llevan con resignación que el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, tenga que acudir el próximo día 11 ante la Audiencia Nacional como testigo de la defensa de Arnaldo Otegi. Ponen cara de póquer y se limitan a decir que está obligado a comparecer al haber sido citado por un tribunal. El PNV, en cambio, es más expresivo sobre las implicaciones que puede tener esa convocatoria. Iñigo Urkullu cree que ni el PSE ni el PSOE están cómodos con la presencia de Eguiguren en el estrado y Josu Erkoreka opina que la declaración del dirigente socialista va a ser muy interesante ya que puede permitirnos conocer muchas cosas que ahora no sabemos.

Al comparecer como testigo, el presidente de los socialistas vascos está obligado a responder a todas las preguntas que las partes le formulen, a no ser que el tribunal las considere no pertinentes. Pero puesto que ha sido citado por la defensa de Arnaldo Otegi, es lógico suponer que el interrogatorio versará sobre el líder de Batasuna, su relación con el presidente del PSE y la opinión que este último tiene del dirigente abertzale. Eguiguren no puede negarse a responder, ni puede mentir ante el tribunal. Podría, eso sí, tener fallos de memoria porque no hay tribunal que pueda solucionar los olvidos.

La semana pasada, ante las cámaras de ETB, Jesús Eguiguren declaraba que Otegi es un «hombre que quiere la paz» y consideraba que «sería mejor que estuviera fuera (de la cárcel) y haciendo política». «Pero como se mete en tantos líos y en tantos juicios yo no sé exactamente cuál es su situación jurídica», añadía de forma un tanto naif. Ayer la Audiencia Nacional decidió que el líder de Batasuna continuara en prisión preventiva.

En la relación entre los dos dirigentes políticos están las claves del proceso que condujo al diálogo con ETA en el 2006 y por eso el presidente del PSE corre el riesgo de tener que explicar en público toda la historia reciente, desde que empezó a reunirse clandestinamente con Otegi mientras su partido proponía y firmaba el pacto antiterrorista hasta los últimos contactos con ETA y Batasuna en vísperas de las elecciones locales del 2007. Eguiguren no es solamente testigo de una época intensa, sino protagonista central de una serie de acontecimientos políticos de los que todavía no conocemos todos los detalles. Sabemos las líneas generales y, sobre todo, sabemos el final de la película, pero el presidente del PSE podría contar muchas cosas nuevas.

El protagonismo que tiene Jesús Eguiguren en esos episodios es un protagonismo compartido con el dirigente de Batasuna, por lo cual va a ser muy grande la tentación de las partes de pedirle que explique delante del tribunal la intrahistoria del proceso que condujo a la tregua de ETA del 2006 y al diálogo con la organización terrorista que la banda se encargó de hacer fracasar.

Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 3/11/2010