Testimonios de parlamentarios belgas en la radio tras una visita al País Vasco

 

Transcripción del programa que la Radio Televisión Belga dedicó a la visita que varios parlamentarios realizaron al País Vasco en fechas cercanas, conociendo de primera mano la vida cotidiana de los amenazados por ETA y, en general, la problemática del terrorismo, la violencia y el acoso.

Audio del programa radiofónico, en francés. Este enlace lleva a la página de la RTBF. En ella, haz clic en el programa Face à l´info, y en la nueva ventana selecciona el programa Deputés Belges au Pays Basque, con fecha 12/2/2009.


Transcripción y traducción

LA PREMIERE (RTBF, radio-televisión francófona belga)
12.02.2009 – 18:30 hrs.

Programa: Face à l’Info (Cara a cara con la información)
Asunto: Testimonios de Parlamentarios belgas tras una visita al País Vasco español.
Presentación:
Eddy Caekelberghs
Realización: Marie-Paule Jeunehomme

Presentador (Eddy Caekelberghs): Por iniciativa de nuestra colega Marie-Paule Jeunehomme, un grupo de Diputados belgas se desplazaron al País Vasco, en donde estuvieron algunos días, con el objetivo de compartir la vida cotidiana de concejales y diputados vascos amenazados de muerte por ETA, que viven con escolta permanente y son víctimas frecuentes de agresiones físicas y verbales. “Vive mi vida en el País Vasco” podría ser por lo tanto el titulo de esta expedición. Los diputados belgas son Georges Dallemagne (CdH, partido social cristiano), Jean Spinette (PS, partido socialista), Marie Nagy (Ecolo, partido ecologista) y Christine Defraigne (MR, partido liberal). Vamos a repasar, con nuestros invitados, como nació el proyecto de esta expedición al País Vasco y cómo transcurre allí la vida cuando se la quiere vivir al lado de personas elegidas democráticamente y de la población vasca, cuando uno se ve confrontado a la violencia, puesto que tal es el caso allí cada día.

Realizadora (Marie-Paule Jeunehomme): Mi idea fue que un grupo de 6 diputados belgas – incluidos Isabelle Durant (Ecolo) y Jean Cornil (PS) que no se encuentran hoy aquí con nosotros – pudieran venir al País Vasco para compartir la vida de representantes democráticos vascos, en concreto del PS vasco y del PP vasco, amenazados de muerte, que viven las 24 horas del día bajo la mirada de sus escoltas, privados de la libertad esencial de poder expresarse libremente en un Consejo municipal, pero también en la calle o en los medios de comunicación. Y que además pudieran también compartir, yo diría de manera informal, cuál es su vida cotidiana en el plano familiar y social. Por lo tanto la misión consistía en establecer el contacto para compartir y comprender, y a su regreso a Bélgica poder dar testimonio de esta violencia que les rodea cada día. Porque en Bélgica, y yo creo que este es también el caso en muchos países extranjeros, cuando se habla del País Vasco se habla sobre todo de los atentados, particularmente cuando hay víctimas. Los atentados que no causan víctimas, en general, no tienen ninguna visibilidad en Bélgica, pero la amenaza es permanente, la presión sobre esta personas es permanente, y yo diría que esto sucede sobre aproximadamente la mitad de la población en el País Vasco.

Presentador: Cada uno de Vds. no ha podido permanecer indiferente a lo que han visto. Han hecho rutas diferentes y van a poder describírnoslo a continuación.

Marie Nagy (Ecolo): Yo permanecí 3 días en Álava, una de las provincias vascas, en donde estuve con concejales y diputados provinciales, sobre todo del PS vasco, así como con profesores de universidad y periodistas. Lo que me sorprendió de manera muy intensa, es que a poca distancia de Bruselas, en un país europeo, desde Bélgica no se capta que el nacionalismo y el independentismo no concierne verdaderamente a toda España, sino sobre todo a la población vasca que no es nacionalista. Y toda esa población vasca que no es nacionalista, que no es independentista, es la que vive en medio de represiones que son sorprendentes. Yo viajé con un concejal que me dijo: “Tú debes ponerte ahí, porque yo debo sentarme aquí, porque en caso de atentado ETA sabe muy bien en dónde se encuentra la persona amenazada, dónde se encuentran los escoltas y en dónde se encuentra la persona que eventualmente pude acompañarlos en el coche”. Yo soy concejal en Bruselas, y debo decir que eso me sorprende terriblemente, no puedo imaginarme ejerciendo esa función, ese mandato, teniendo que estar permanentemente acompañada por escoltas, me sorprende enormemente porque, como mujer, evidentemente, eso plantea problemas para la vida familiar, con niños a los que habría que explicar por qué una ha de estar continuamente vigilada. Cada uno vive esto a su manera, pero que esa realidad cotidiana ocurra en un país democrático en Europa, creo que es extremadamente difícil de comprender.

Presentador: Christine Defraigne, Vd. corrió un riesgo al acompañar a estas personas. ¿Nos puede explicar también su experiencia, y a quiénes encontró allí?

Christine Defraigne (MR): Yo estuve en San Sebastián y en Hernani y en otras dos pequeñas ciudades, Sobraluz y Pasaia. Encontré allí a concejales y abogados amenazados, un profesor universitario y a miembros de la Asociación de Víctimas cuyos testimonios verdaderamente me han conmocionado, porque tienen dificultades con el reconocimiento social de su dolor, viéndose continuamente confrontadas con sus asesinos, cuyas familias se manifiestan los viernes llevando en alto las fotos de las personas que asesinaron a sus maridos, mientras ellas no pueden decir que éstos eran policías que fueron asesinados y se les da por muertos en un accidente automovilístico. Ellas carecen de reconocimiento social y se ven a menudo aisladas. Hay ejemplos en que las asociaciones de víctimas reciben 20.000 euros, mientras las asociaciones de familias de los asesinos reciben subsidios diez veces más importantes. En Pasaia, dominado por un sanedrín de nacionalistas, hay carteles por todas partes con una retórica extremadamente vengativa y dura, “PPE sujeta a tus perros”, haciendo así una comparación entre la acción terrorista y la acción de la policía. Nosotros estuvimos con policías encapuchados por temor a ser reconocidos. Cuando me propusieron participar en esta expedición recordé las acciones de ETA, pero no podía ni imaginarme que esto era lo que me iba a encontrar. Lo impresionante es esa carga de plomo, esa omertá, esa presión permanente que representa un atentado a las libertades individuales fundamentales. Yo he regresado conmocionada porque todo esto sucede en el corazón de Europa y se sienten deseos de gritar ¿Pero qué estamos haciendo? ¿Qué hace el Consejo de Europa? Porque ahí hay un trabajo por hacer, que es la razón de ser del Consejo de Europa, ya que las libertades democráticas fundamentales son las que están siendo vulneradas en medio de la más total indiferencia y la más completa banalización, porque la violencia forma parte de la cotidianeidad y, como decía un profesor universitario, esa banalización es intolerable, se termina por aceptar lo inaceptable.

Presentador: Hubo una época en la que quizás la policía española era mal vista por el recuerdo del franquismo, y se medía mal la amplitud de la tarea de una fuerza de policía en un país vuelto a la democracia. Georges Dallemagne, Vd. que ha conocido ya otros países peligrosos, debido a sus actividades humanitarias, cómo ha experimentado esta realidad en el corazón de Europa.

Georges Dallemagne (CdH): Tiene Vd. razón en hacer tal comparación. Yo tuve en ocasiones la impresión de encontrarme en la Rumanía de Ceaucescu, donde las personas no osaban expresar su pensamiento. Ahora, cuando entramos aquí en un café o un restaurante, se nos dice “no hablemos aquí, ya hablaremos más tarde, fuera”. En algunas ciudades en donde yo estuve con algunos concejales, éstos ni siquiera se atrevieron a acompañarnos por la calle. En una ciudad, en su propia ciudad, no podían andar por la calle y deben salir del Ayuntamiento por la puerta trasera con sus escoltas. Hay un ambiente absolutamente increíble de terror y de presión. Las víctimas lo son doblemente, porque no sólo sus familiares fueron asesinados, sino que se les insulta sin reparo. Se les dice que si sus padres o hijos fueron asesinados es porque colaboraban con los traidores españoles. Después de cada atentado, hay manifestaciones, porque hay gente que todavía tiene la valentía de manifestarse, pero todavía se ven enfrentados con gente próxima a ETA que acude con carteles en los que se lee “¡ETA mátalos!”. Luego hay una violencia increíble en el corazón de Europa, con personas que intentan vivir como pueden con arreglo a los valores democráticos, lo cual es totalmente admirable. Aquí hay asociaciones de políticos y de empresarios que intentan, pese a todo, promover la democracia en una región que ha decidido para una parte de ella misma, a través de corrientes ultra-nacionalistas, imponer un régimen opresivo de terror. Y nos han dicho que es importante que en Europa se utilicen las palabras justas sobre lo que pasa aquí en el País Vasco, porque aquí los demócratas viven mal. Fuera de las fronteras se habla de “movimiento independentista”, mientras que para ellos se trata de organizaciones terroristas, fascistas. Algunos nos han dicho que en tiempos de Franco había más miedo de ETA que del régimen franquista. Lo que es importante para ellos, es que nosotros demos testimonio de esta situación, que empleemos las palabras justas y que en Europa se sepa que entre un atentado terrorista y otro persiste un ambiente de miedo y de terror, y es necesario protegerse a sí mismo y a sus hijos frente a ese terror todos los días.

Marie-Paule Jeunehomme (realizadora): Quiero hacer una precisión. No sólo son los políticos quienes sufren diariamente esta situación. También hemos encontrado asociaciones de víctimas, empresarios, periodistas, un profesor de universidad amenazado de muerte por haber osado impartir clase un día de huelga decretada por ETA. Todo esto es terrible. No son sólo los políticos los que sufren esta situación. Todas las profesiones son objeto de amenazas en su parte más sensible, que es la dignidad de su trabajo, su ética, su libertad de expresión.

Presentador: Como todos sus colegas, Jean Spinette, Vd. tiene responsabilidades políticas, y en los municipios belgas hay también un cierto número de españoles de segunda generación que siguen muy vinculados a la realidad de su país. ¿Acaso los españoles no vascos perciben mejor que nosotros, o quizás igual de mal que el resto de los belgas, lo que pasa en el País Vasco? Como periodista tengo la impresión de que los españoles no vascos perciben al País Vasco o a los vascos como responsables de un peligro potencial para la estabilidad general.

Jean Spinette (PS): No puedo posicionarme por los españoles de mi distrito electoral, a quienes conozco bien. Tengo la impresión de que hay una negación de la realidad cotidiana de los representantes democráticos que hemos conocido estos días en el País Vasco. Por otro lado, está la imagen militantista del independentista vasco que lucha por su identidad contra el Estado español. Se conserva una cierta imagen, si no de simpatía, sí de militantismo. Tengo la impresión de que hay una negación y de que la “omertá” que alguien citó antes está bastante presente y no se habla suficientemente de ello en el extranjero. Yo pienso que los concejales que encontré en el corazón de Vizcaya son, si no resistentes, sí grandes militantes del sistema democrático. Yo tengo que recordar a las representantes políticas que me acompañaron en Guernica, para mí todo un símbolo muy importante ya que fué una expresión de democracia en la Edad Media, un ejemplo de democracia directa citada por Jean-Jacques Rousseau. Pero en el corazón de esta democracia se constata que cada día más representantes elegidos deben vivir con la angustia de verificar si debajo de su vehículo no hay una bomba, ni de poder compartir su vida familiar y social con normalidad. Cuando estamos en Bélgica, se oye hablar en ocasiones de la opresión que el Estado español ejerce sobre la parte independentista. Por el contrario, yo creo que la libertad de expresión allí es totalmente respetada. He tenido ocasión, y esto es anecdótico, de ver en el corazón de Bilbao un panel de 30x20m de alto con propaganda independentista de un partido nacionalista. O sea, que nadie venga a decirnos que el Estado español reprime las libertades. Más bien, creo que se produce en el sentido literal del término algo así como una presión totalitarista que se ejerce sobre la mayor parte de la población.

Presentador: Se ha citado aquí en varias ocasiones la palabra “omertá”. Conviene recordar el origen de esta palabra en la Italia de la mafia. Se dice que la ETA de hoy, lo que queda de ETA, es más bien una ETA mafiosa que vive de lo que mejor sabe hacer, es decir, de la extorsión más que del independentismo. ¿Podemos explicar esto?

Christine Defraigne (MR): Tiene Vd. razón en hablar de prácticas mafiosas. Por ejemplo, un dentista que ejerce honestamente su profesión, puede recibir el siguiente mensaje: “Pase a pagar su cuota en el bar habitual”. Pero además del impuesto revolucionario hay otros medios por los que ETA se financia, a través de subvenciones. ETA dispone de una serie de redes, de asociaciones diversas que, como los tentáculos de un pulpo, son subvencionadas, por decirlo de alguna manera, por el Estado (sic) vasco. El PNV, nacionalista, es en este momento el partido mayoritario y está rodeado de una constelación de otros pequeños partidos nacionalistas. En las elecciones del próximo 1 de marzo, el PSE parece llevar la ventaja, pero ya ha previsto asociarse con los nacionalistas. Él votó ya el presupuesto y yo les hice notar que todas esas subvenciones irrigan los canales de los terroristas. Es algo tan evidente que llama extraordinariamente la atención. Pero PPE y PSE no pueden verse ni en pintura. Lo que es extremadamente perturbador es que no prevén aliarse. Dicen que lo único que tienen en común es la lucha contra el terrorismo, o al menos esto es lo que dice el PSE, lo que no es poco. Lo que llama también extremadamente la atención es que parece que hay una especie de alianza tácita que hace que unos y otros se rebelen contra el terrorismo, pero no demasiado, y no se quiere hacer un frente contra ese terrorismo que no cesa de desarrollarse. El terrorismo se alimenta evidentemente del sentimiento nacionalista. Pero hay que saber que en el Estatuto vasco hay un Art. 10 que atribuye al País Vasco unas competencias extraordinariamente amplias en la constitución política española que harían soñar a nuestros nacionalistas flamencos. Entonces habría que preguntarse ¿Qué más quieren? Los nacionalistas quieren siempre más competencias, nunca se sacian. No quieren autonomía, quieren una independencia; algunos quieren hacer una especia de Cuba europea. Dicen incluso, lo que es curioso, que la lengua vasca es la que hablaron Adán y Eva. Hay una especie de romanticismo en torno a la lengua vasca que hace que, si bien hay unos 200.000 vascos que hablan el vasco más de dos horas al día, se pueda decir que, siendo culturalmente una minoría, sean políticamente mayoritarios. Por lo tanto, el asunto es más complicado de lo que parece.

Presentador: ¿Qué pueden hacer los españoles, qué les han dicho estos españoles democráticamente elegidos en el País Vasco para comprender esa situación?

Marie Nagy (Ecolo):
Para darse cuenta de la amplitud del problema, hay que saber que todos los concejales, diputados y parlamentarios vascos tienen medidas de protección. Esto significa miles de personas e implica un presupuesto considerable. Todos los que no pertenecen al PNV, es decir, los que pertenecen al PSE y al PPE. Lo que dicen los políticos, los periodistas, los empresarios, los representantes de las víctimas, es que hay que deslegitimar la utilización de la violencia para defender un ideal nacionalista, independentista. Yo no voy a entrar en el fundamento de las reivindicaciones. Lo que creo verdaderamente que hay que decir, es que la España de hoy es una democracia como puede ser Bélgica. Puede tener sus aspectos perfectibles, pero es un país donde se puede mantener un debate político, donde cada uno puede defender sus puntos de vista y sus convicciones aunque sean independentistas. Con un Estatuto de autonomía extraordinariamente amplio, en España hoy todo el mundo puede ejercer el derecho a defender su opinión. Por el contrario, lo que tenemos que decir como demócratas es que utilizar la violencia, amenazar a quien no comparte un punto de vista es algo que en Europa no podemos aceptar, aunque visto de lejos pueda haber quienes tengan simpatía por una causa nacionalista o independentista. Obviamente este no es mi caso. No es posible poner en cuestión los derechos fundamentales de libertad de expresión, o el derecho a la vida. Esto es algo que va muy lejos. Éste es el mensaje que traemos a nuestra población, a nuestra opinión pública, a nuestros medios de comunicación, para que cuando recibamos informaciones de España dispongamos de una criba de lectura, de modo que la violencia no pueda ser considerada como un arma legítima. No puede haber legitimidad en la violencia. En cuanto a las víctimas, cualquiera que sea la forma en que fueron heridas, merecen respeto, justicia, reconocimiento del daño que les fue causado.

Presentador: ¿Se puede esperar razonablemente de la UE, de sus Estados miembros, una posición clara en esta materia? Hay listas de organizaciones terroristas, hay medios para luchar contra ellas. ¿Se tienen en cuenta o no?

Georges Dallemagne (CdH): Muy insuficientemente, en mi opinión. Algo que me ha sorprendido especialmente es que el Consejo de Europa no haya dedicado atención suficiente a la situación en el País Vasco. El último informe del Consejo de Europa es de 2005, y resulta muy general en cuanto se refiere a España en su conjunto. Desgraciadamente, no se utilizan suficientemente las instituciones y los instrumentos democráticos que están a nuestro alcance para defender las libertades y para luchar eficazmente contra esa violencia. Lo que nos han dicho los representantes políticos, periodistas y víctimas es que no puede haber concesiones, no puede haber compromisos sobre la cuestión de la violencia y de los derechos del hombre. Tienen la impresión de que es cierto que hay una solidaridad formal con las victimas, que han sido indemnizadas, pero en realidad se encuentran muy solas, tienen que vivir cada día con sus verdugos. Puede parecer asombroso, pero en muchos pueblos del País Vasco hay al lado de los Ayuntamientos fotos de terroristas con carteles que dicen “¡Liberadlos, devolvedlos al País Vasco!”. Pero son criminales, y los familiares de las víctimas pasan por allí, tienen que aceptar todos los días esta humillación. Yo visité a una mujer a cuyo hijo le dijeron que su padre murió porque colaboraba con los traidores españoles. Son cosas que hay que evitar en el futuro. Hay leyes que en principio prohíben la apología del terrorismo, pero el hecho es que esas leyes no se aplican.

Presentador: Los datos definitivos son: 900 muertos, 19.000 heridos, 40.000 personas fichadas, 1.000 personas con escolta, 3.000 guardaespaldas. Esto lo dice todo. Muchas gracias por su testimonio de hoy.

Editores, 23/2/2009