EL CORREO 20/02/13
· Consideran un «retroceso» las palabras de ‘Txeroki’, acogidas como «un paso más» por la izquierda abertzale.
Todos los partidos, salvo la izquierda abertzale, coincidieron ayer en censurar por «inadmisible y fuera de lugar» el comunicado leído el lunes por ‘Txeroki’, en el que ETA sólo lamenta los daños colaterales. Cuando se ha cumplido un año y cuatro meses del «cese definitivo» de la violencia, el Gobierno vasco que lidera el PNV y la mayor parte de la oposición interpretaron como un severo «retroceso» la declaración con la que la banda terrorista estableció «inmorales categorías» de víctimas con sus atentados. Únicamente EH Bildu y Sortu concedieron valor al «paso» escenificado por el exjefe de la organización, juzgado en Francia junto a los últimos ‘generales’.
En la apertura del juicio, Garikoitz Aspiazu ‘Txeroki’ dio lectura a un texto en el que ETA lamentó el daño causado con sus «decisiones fastidiosas a los ciudadanos sin ninguna responsabilidad en el conflicto», en una declaración en la que evitó hacer extensible ese sentimiento a sus víctimas deliberadas. En la misma alocución, proclamó que «el cese de la lucha armada no es una estratagema».
El comunicado provocó dos lecturas en los partidos. El desprecio de la mayoría de ellos y una cierta empatía en la izquierda abertzale. El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, consideró que las palabras de ‘Txeroki’ «son de todo punto inadmisibles», especialmente «en el horizonte actual de reconocimiento de todas las víctimas y del daño causado».
El líder de los socialistas, Patxi López, calificó de «brutal» el comunicado porque la banda terrorista sólo lamenta «las molestias» causadas «a las personas a las que se las ha podido robar un coche», pero no asume el dolor provocado por los asesinatos. «Me parece tremendo. Eso no es un avance. Es en todo caso un retroceso», advirtió. En esa línea, la portavoz del PSE, Idoia Mendia, consideró «absolutamente inmorales» las declaraciones de ETA.
El obispo y el fiscal
El PP juzgó «vergonzoso» un comunicado en el que «parece que estaban bien asesinados los concejales, ertzainas, jueces o periodistas». Para UPyD, el escrito de ETA «resume su miseria ética y la del conjunto de la izquierda abertzale». Otros representantes sociales también lo descalificaron. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, subrayó que «no hay males justos e injustos», mientras que el fiscal superior vasco, Juan Calparsoro, destacó que «la única salida» para ETA «es la disolución», un paso «muy importante para la humanización» de la política penitenciaria.
Sin embargo, la izquierda abertzale vio síntomas para el optimismo. La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Laura Mintegi, consideró la declaración de ETA «un paso más» hacia «una sociedad reconciliada», aunque eludió concretar si le parecía suficiente. El representante de Sortu Joseba Álvarez dijo que «no entiende que haya políticos que traten de quitar valor» a las palabras de ‘Txeroki’.
Los verificadores piden apoyo a partidos y agentes sociales
La Comisión Internacional de Verificación (CIV) abandonará hoy Euskadi tras un viaje de tres días donde se ha reunido con el lehendakari, Iñigo Urkullu, los partidos vascos –excepto PP y UPyD–, los principales sindicatos y agentes sociales como la Iglesia. A todos ellos los reunirá esta mañana en Bilbao para dar a conocer las conclusiones, horas antes de divulgar un comunicado a la prensa.
El grupo que encabeza Ram Manikkalingam ha tratado de conocer cuál es la visión que en Euskadi se tiene de la actual situación política y de los pasos que ETA debe dar a partir de ahora. Los verificadores les han sondeado, incluso, sobre su voluntad de involucrarse en el camino hacia una «pacificación definitiva». En la última visita oficial de este colectivo, la celebrada hace algo menos de un año, la CIV ya demandó a la Iglesia y a los representantes de los empresarios que les facilitaran alguna vía de comunicación con el PP vasco. Los populares son, junto a UPyD, los únicos partidos que no le reconocen legitimidad.
La actividad de los verificadores permanece, de hecho, en un punto muerto. La negativa del Gobierno de Mariano Rajoy a abrir una línea de comunicación con ETA hace imposible cualquier labor de control de la CIV, según fuentes conocedoras del trabajo del colectivo que encabeza Manikkalingam. La banda está dispuesta a dar pasos hacia su desarme, aunque liga toda decisión firme a que el Ejecutivo español se siente a una mesa para abordar cuestiones como el futuro de los presos, de los huidos y de los terroristas aún en activo.
Fuentes cercanas a los verificadores rechazaron, en este sentido, que la CIV vaya a dar a conocer hoy un nuevo gesto de la organización armada sobre una posible entrega de armas, tesis que en las últimas semanas han alimentado dirigentes del PNV y del PP.
La visita ha servido al también llamado ‘Grupo de Amsterdam’ para ver reforzada su posición como principal referencia en la interlocución con ETA, después de que Urkullu se haya reunido en la capital vizcaína con los portavoces de la CIV. El lehendakari mantiene, de hecho, una línea de contacto «permanente».
EL CORREO 20/02/13