Yolanda Díaz es, según encuesta que publicaba ayer el ABC, la candidata que alcanza la misma valoración que Pedro Sánchez entre los votantes socialistas. “Las decisiones que toman los accionistas de una empresa no tienen nada que ver con la producción y la economía real, sino con la obtención de beneficios, causando desastres en el mundo del trabajo y de los derechos de los trabajadores”. Hay en la frase una prueba extraordinaria de su analfabetismo. ¿Dónde habrá aprendido esta pobre que los accionistas deberían tomar decisiones sobre la producción? Las decisiones las toma el Consejo de Administración. Los accionistas se limitan a acudir cuando son convocados a la Junta general de accionistas. Y allí aplauden cuando se les dice que han ganado dinero. Eso es todo.
Hay algo más que escribió Adam Smith en ‘La riqueza de las naciones”: Debes tu comida diaria al egoísmo de tu carnicero, de tu panadero y de tu cervecero, no a su buen corazón. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus intereses.
Alejo Vidal Quadras. “Yolanda Díaz nos ha hecho saber que en su casa aprendió que “el comunismo es democracia y libertad”. Menos mal que su conocimiento del comunismo se redujo a su dulce hogar porque si hubiese vivido el de la URSS, Europa Oriental, China, Cuba o Camboya, habría abierto los ojos”. Aprendió algo mas: su devoción por Fidel castro: “Fidel fue uno de los imprescindibles del siglo XX. Un revolucionario. Con él caminaron y caminarán los pueblos. ¡Adelante Cuba! Hasta siempre, Comandante”.
Gulliver dedicó una cuarteta a la foto de Europa Press durante un desayuno, de trabajo o de lo que fuese, en la que Yoli Tenacillas le achicaba mucho los espacios a Antonio Garamendi, con la mano izquierda perdida debajo de los manteles, mientras a él se le disparaba el asombro en los ojos, abiertos como plantos. El gran Gulliver y le hacía al presidente de la CEOE una recomendación por cuarteta:
Garamendi, si Yolanda
en la mesa te hace un ERTE,
no atiendas a esa demanda,
¡por Dios, Antonio, sé fuerte!
Clara Obligado es una escritora argentina que se refugió en España huyendo de la dictadura de Videla. José Luis González de Mendiguchía ha seguido una entrevista con ella en la SER y ha capturado la siguiente perla: “Hace 45 años la mujer no sabía leer”.
Ha muerto Antonio Troitiño y Xavier Pericay preguntaba al ministro del Interior: “Vamos a impedir el homenaje, ¿verdad, Marlasca?”. Aun no tenemos la respuesta. De momento hay que señalar que su capilla ardiente, en Irún, fue visitada por Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, que declaró: “hoy es un día de duelo para la izquierda abertzale en el que llorar a una nueva víctima del conflicto». El diario Gara publicaba una esquela que me ha traducido mi buen Miguel Angel Idígoras: “El brillo de tus ojos y tu dulce sonrisa serán nuestra guía”. 22 asesinatos a sus espaldas.
Ministerio de Consumo: “la mayoría de juguetes para niñas usa diminutivos: mini, peque, cochecito, casita, meriendita, bolsito, blandito, ratita, sillita, dice mientras se va encogiendo detrás del atril para visualizar su empequeñecimiento. Para los niños, todo lo contrario, todo es superlativo: super, mega, gran, maximum, colosal
Marta Sevilla 2: “Cuando Pedro Sánchez dice que va a llevar paquetes de ayudas para los palmeros y palmeras se refiere obviamente a los sindicatos, no a los habitantes de la isla de La Palma.
Santiago Espot, ese energúmeno. Fernando Navarro nos traducía esta última aportación suya: «Con la escuela de Canet, los españoles son como una banda de delincuentes que han entrado en casa. Violan a la mujer y a la hija, sodomizan al hombre y al hijo. Matan al perro y después se agarran un pedo con los licores que hay en la despensa».