SANTIAGO GONZÁLEZ-EL MUNDO
EN LA Unión Europea se está instalando un hábito epistolar con Pedro Sánchez: escribirle dos cartas. Toda la vida se ha dicho que el cartero siempre llama dos veces, qué menos que lleve una misiva cada vez. La razón no es la de las dos medallas del tonto: una por tonto y otra por si la pierde. Se trata de que el remitente puede estar seguro de que el doctor Fraude mentirá sobre la carta, lo que le obligará a escribir otra al día siguiente para explicar lo que decía la primera.
O sea, la carta del embajador del Reino Unido ante la UE, Tim Barrow, una de las tres que citó el presidente español en su rueda de prensa del sábado. Las otras dos serían del presidente del Consejo, Donald Tusk, y de la Comisión, Jean-Claude Juncker. El doctor Sánchez citó las tres cartas, aunque no enseñó ninguna, y explicó a los medios presentes que las tres eran una triple garantía ¡y por escrito! de que «se refuerza como nunca antes la posición española».
Gulliver describía en mi blog el triple blindaje: tres fuentes distintas del Foreign Office han garantizado a Sánchez que hay un «acuerdo histórico perfectamente rasurado y con tres capas de garantías». Las tres fuentes distintas de la lucha antiterrorista de Ferreras, el blindaje.
El embajador Barrow se vio obligado a escribir una segunda carta, esta vez a Tusk y Juncker, para desmentir a Sánchez y explicarles su mensaje de la víspera, a saber: que no había ninguna duda «sobre la soberanía británica sobre Gibraltar, incluyendo las aguas territoriales de Gibraltar» y que la colonia es uno de los territorios cuya política exterior corresponde al Reino Unido, por lo que Londres seguirá negociando «una adecuada y beneficiosa futura relación con la UE, que tenga en cuenta sus actuales relaciones con la misma».
Llueve sobre mojado. Mintió la ministra Calviño al decir que Europa le había autorizado un déficit del 1,8%. Mintió a la Comisión Europea ¡y por escrito! al exponer que las cuentas tenían el aval inexistente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. También mintió la vicepresidenta Calvo sobre el acuerdo con el Vaticano para exhumar a Franco. ¿No les dará vergüenza? Pregunta retórica, ya sé, pero, ¿no nos dará a nosotros, los ciudadanos, a la puta base?