ABC – 09/04/15
· Putin asegura que el primer ministro griego no le ha pedido ayuda financiera, pero no descarta concederle préstamos en el futuro.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dieron ayer en su primer encuentro muestras de proximidad y firmaron una ambiciosa hoja de ruta de cooperación económica, pero, en lo referente a los asuntos delicados que empañan las relaciones entre Moscú y Bruselas, cada uno se mantuvo más o menos en sus posiciones. Tsipras, no obstante, volvió a arremeter contra las sanciones impuestas a Rusia por Bruselas y apeló al derecho de su país a tener una política exterior propia y soberana.
Y es que Putin parece haberse dado cuenta de la falta de experiencia de su interlocutor griego y ha optado por poner sobre la mesa distintas propuestas que Atenas deberá estudiar y calibrar. La proposición más significativa ha sido la de incorporar Grecia al proyecto del gaseoducto «Turkish Stream», surgido como alternativa al abandonado «South Stream». Si el país heleno aceptara, supondría restablecer el antiguo proyecto y un intento más de Moscú de poner a la UE bajo su dependencia energética.
Putin aprovecha cualquier ocasión para dividir a los socios europeos y Tsipras viaja a Moscú el día antes de que Grecia tenga que desembolsar 450 millones de euros al FMI. Es el primero de los muchos pagos que el país heleno va a tener que realizar a sus socios y acreedores. Por ello, muchos ven en esta visita del líder populista a Moscú un órdago a Bruselas. Algo así como: o me me dais lo que necesito o me lo da el gran amigo ruso.
«Grecia podría convertirse en uno de los principales centros europeos de distribución de energía, pero esto es una decisión soberana que debe adoptar el Gobierno griego», declaró el jefe del Kremlin durante la rueda de prensa conjunta que ambos ofrecieron. Según Putin, la entrada en el «Turkish Stream» «elevaría el estatus geopolítico de Grecia (…) se trata de cientos de millones de euros anuales simplemente por el tránsito». Tsipras, por su parte, dijo que estudiará la oferta, pero matizó que habría que cambiar la denominación del gaseoducto. Según su opinión, «no podemos aceptar el nombre Turkish Stream, pero este proyecto mejoraría nuestras relaciones con Turquía».
Ambos dirigentes firmaron ayer un Plan de Acción conjunto para 2015 y 2016 que contempla una amplia cooperación en áreas diversas con el objetivo de relanzar el intercambio comercial.
Al comenzar las conversaciones, Putin dijo ante las cámaras que el viaje de Tsipras a la capital rusa tiene lugar en un momento «muy oportuno». El jefe del Estado ruso explicó que «entre los años 2009 y 2013 el nivel de intercambio comercial entre nuestros países se duplicó, pero el año pasado cayó en un 40%. Así que llega usted en un momento muy oportuno».
A juicio de Putin, «tenemos que hablar de cómo recuperar el antiguo ritmo de intercambio comercial», en evidente alusión al daño que están causando las sanciones impuestas por la UE por el papel de Rusia en la crisis ucraniana y el embargo de respuesta adoptado por Moscú contra los productos agroalimentarios europeos.
En su comparecencia ante los periodistas, el presidente ruso aseguró que Tsipras no le ha pedido ninguna ayuda financiera. También suscitaba recelos la posibilidad de que Putin y Tsipras hubieran podido acordar una suavización del embargo ruso a los productos alimenticios griegos, manteniendo la medida en relación con el resto de los países europeos. En definitiva, el máximo mandatario ruso terminó subrayando que la idea principal de sus negociaciones con Tsipras consiste en intensificar las inversiones mutuas con Grecia y, en tal contexto, admitió que «podría haber préstamos puntuales para favorecer proyectos concretos».
ABC – 09/04/15