ABC 12/09/15
EDITORIAL
LA televisión autonómica catalana, TV3, es paradigma de manipulación informativa y servilismo político, ya que, en lugar de reflejar la pluralidad ideológica y social que existe en Cataluña, representando así los intereses generales de todos los ciudadanos, se ha convertido en la principal herramienta propagandística y electoral del nacionalismo. Este ente público lleva siendo manejado a su antojo por el poder político desde hace muchos años, pero su utilización arbitraria y partidista se ha agravado de forma muy sustancial desde que Artur Mas y sus socios emprendieron la deriva secesionista. A partir de ese momento, la cadena pública autonómica se desprendió incluso de sus últimos vestigios de teórica imparcialidad para abrazar, ya sin ambages, los dictados procedentes de la Generalitat. Prueba de ello fue la retransmisión de la manifestación independentista que discurrió ayer por la avenida Meridiana de Barcelona con motivo de la Diada, coincidiendo, además, con el inicio de la campaña a las elecciones autonómicas del próximo 27 de septiembre.
La amplia y exhaustiva cobertura que ofreció este canal terminó por silenciar y ocultar a la opinión pública el resto de actos que organizaron otros partidos políticos y organizaciones sociales para celebrar el Día de Cataluña. Sin embargo, lo más grave es que la emisión fue teledirigida por la propia organizadora de la manifestación, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), entidad que concurre a las elecciones en la lista independentista de Mas. Así pues, la Generalitat, haciendo un uso partidista de los recursos públicos, convirtió un año más la Diada, una fiesta que antes era de todos los catalanes, en un mero acto electoral en beneficio propio, una burda y maniquea herramienta propagandística para favorecer a la minoría independentista. TV3 no sirve al conjunto de la sociedad catalana, sino a los nacionalistas que controlan el poder.