José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, que fue jefe del aparato político de ETA e integrante de Artapalo, el triunvirato directivo hasta 1992, y en la actualidad expulsado del colectivo de presos de la banda, declaró ayer como testigo en la investigación abierta en la Audiencia Nacional por la red de extorsión de los terroristas para cobrar el denominado impuesto revolucionario, y de la que el chivatazo policial en el bar Faisán en una pieza separada.
La expectación despertada había sido máxima, si bien, luego, la comparecencia se despachó en un cuarto de hora. En ese tiempo, Txelis, que en la actualidad, tras arrepentirse de sus actos y renunciar a la violencia, se encuentra en segundo grado y se beneficia de algunas medidas tendentes a la reinserción, afirmó que nunca durante su pertenencia a ETA tuvo relación con la red de extorsión encargada de cobrar el denominado impuesto revolucionario, porque él era el responsable del aparato político y no de las finanzas.
El ex etarra, que ratificó su arrepentimiento, afirmó que nunca había mandado cartas a empresarios para reclamarles los pagos. Txelis había sido citado a instancias del fiscal Carlos Bautista, ya que había sido mencionado por el mediador Juan José Arruti, al que ETA había amenazado porque en una operación de extorsión a un empresario por importe de 180.000 euros, la banda solo habría recibido 30.000. Txelis dijo no saber nada, pero la carta de ETA contra Arruti ha sido calificada como auténtica por la policía científica.
En el mismo procedimiento el juez Pablo Ruz, sustituto de Baltasar Garzón, que investiga también el caso del chivatazo policial en el que miembros de la trama de extorsión fueron advertidos de su inminente detención, ya ha recibido el informe de la comisión rogatoria dirigida a las autoridades francesas sobre el asunto.
El juez ha declarado el secreto del sumario para nueve folios que ya han sido traducidos, a la espera de que el fiscal proponga pruebas.
EL PAÍS, 15/1/2011