Un acierto de García-Margallo

RAMÓN PÉREZ-MAURA, ABC – 28/04/15

· ¿Cómo vamos a defender que gobiernen los que quieren acabar con nosotros en lugar de los que buscan convivir?

España recibe pasado mañana en visita oficial al presidente egipcio, Abdelfatá al-Sisi. El Rey ya se reunió con él en enero durante la cumbre de la Organización de la Unidad Africana en Addis Abeba, y antes el ministro García-Margallo visitó Egipto. Todo esto es relevante porque Al-Sisi llegó al poder en julio de 2013 después de dar un golpe de Estado que derrocó al presidente islamista Mohamed Morsi, que había sido elegido democráticamente. Ese pecado original de la Presidencia de Al-Sisi, pobremente lavado con las elecciones presidenciales de mayo del año pasado, que ganó con un 93 por ciento de los votos, hace que muchos vean al presidente egipcio como un apestado.

Y yo creo que pese a todo debemos recibirlo como un amigo. Las credenciales democráticas deben ser irrenunciables… casi siempre. Porque cuando las elecciones dan el poder a los aliados intelectuales de quienes degüellan a los nuestros, ¿cómo vamos a defender que gobiernen los que quieren acabar con nosotros en lugar de los que buscan convivir? España está moralmente obligada a respaldar el Gobierno de Al-Sisi. Pero tampoco tiene por qué hacerlo a cualquier precio.

El presidente egipcio viene a España buscando, entre otras cosas, inversores españoles en su economía. Bueno es que así sea. Pero lo menos que puede pedirse al presidente Al-Sisi es que dé garantías a esas inversiones. Y en estos momentos tenemos un caso que demuestra que Egipto no es un país seguro para invertir. Es el de Hussein Salem y su hijo Khaled Salem, ciudadanos españoles –única nacionalidad que tienen– acosados por las autoridades egipcias por las inversiones que realizaron en su país durante los treinta años de la dictadura de Hosni Mubarak. Fueron allí perseguidos y encarcelados –brevemente– en España, donde todos sus bienes han sido intervenidos por las causas que se han seguido contra ellos en El Cairo. Me pregunto si la Justicia hubiera actuado igual si los españoles procesados en Egipto se llamasen Paco y Pepe López.

Sucede que entretanto, en sentencias de 29 de noviembre de 2014 y 21 de febrero de 2015, el Tribunal Penal de El Cairo ha dictaminado, en la primera, la inexistencia de responsabilidad penal, y en la segunda, la absolución de cualquier tipo de «hecho ilícito alguno relacionado con la venta de gas de la República Árabe de Egipto a Israel» (¡acabáramos!), que es de lo que se les acusaba. Pero el Fiscal General de la República de Egipto mantiene una orden a todas sus embajadas y consulados que prohíbe que se reconozca ninguna representación legal a estos ciudadanos españoles. Ni siquiera designar procuradores en los tribunales egipcios. ¿Es así como pretende el presidente Al-Sisi que invirtamos los españoles en su país? Seguro que el ministro García-Margallo tendrá como prioridad durante esta visita defender los intereses de los inversores españoles…

RAMÓN PÉREZ-MAURA, ABC – 28/04/15