Un almuerzo en Washington

ARCADI ESPADA, EL MUNDO – 04/11/14

· Empearé declarando, por si hubiera conflicto de intereses, que firmé el manifiesto de Libres e Iguales y contribuyo en lo que puedo a su difusión. En el manifiesto, y en la actividad del grupo, hay una reivindicación modesta y principal: que todos los españoles participen en el debate y la decisión sobre el futuro del Estado del que forman parte. El que fue embajador en Estados Unidos, Javier Rupérez, piensa en este punto lo mismo que yo, y de ahí que firmase también el manifiesto. Y que contribuya en lo que pueda a su difusión. Hoy mismo tiene un almuerzo en Washington, invitado por el actual embajador español, Ramón Gil-Casares, para que informe a algunos grupos de opinión de la capital de las ideas y el propósito de Libres e Iguales.

La iniciativa forma parte de las actividades elementales de un diplomático: exponer las ideas y a las personas de su país de origen ante las ideas y las personas de su país de acogida. Pero he aquí que el PSOE va a pedir explicaciones al ministro Margallo por la conducta del diplomático español. El portavoz de Exteriores en el Congreso, Àlex Sáez, considera, según El Periódico, que el almuerzo es «un ejemplo del mal uso de las instituciones». Voy a repetirlo a cámara lenta.

El Partido Socialista considera que la embajada española de los Estados Unidos no puede invitar a diversos think tankers locales a que conozcan el punto de vista de un grupo (diría «relevante» si no estuviera yo) de españoles, que defienden la continuidad de la democracia en su país y la necesidad de que cualquier reforma sustancial del Estado sea pactada entre todos los ciudadanos. Este, sin duda, es el momento en que el castizo se para, templa y dice inclinando sagazmente la oreja: «¿Perdón…?»

Pero a qué sorprenderse. Este es el Partido Socialista que realmente existe. El que considera que las instituciones del Estado han de ser neutrales entre los que defienden el Estado y los que quieren destruirlo. El que en la oposición nunca distingue entre Gobierno y Estado, porque esa es la forma más sencilla de llegar al Gobierno. El que viste de demócrata impecable con implacables lamparones morales. En el subtexto del manifiesto de Libres e Iguales hay una convicción.

Los nacionalistas son los primeros responsables del grave conflicto español; pero no son los más importantes. Se amontonan las pruebas para sostenerlo.